Alexa Esmeralda y Arleth Celeste.
Por LORE ÁNIMAS
¡Feliz viernes, mis peques!, disfruten mucho de sus merecidas vacaciones decembrinas; no olviden escribir con anticipación la cartita a Santa Claus.
Hoy saludamos con enorme gusto a quienes nos regalaron una sincera sonrisa; sabemos que estos chiquitines son bien portaditos en su escuela. ¡Bien por ustedes, niños!
Además, les compartimos la siguiente información para que los papis estén al pendiente y sepan cómo aplicar la disciplina.
Ser madre o padre representa un cambio importante, no sólo para los progenitores, sino también para el bebé. Ambos crecen, aprenden y tienen que superar dificultades.
- Se debe poner límites al niño diciéndole “No”: “No toques, no subas, no bajes...”.
- Cada “No” que se le dice al niño, debe ir acompañado de una cara seria.
- Los infantes aprenden muy rápidamente a respetar los límites. Hay una serie de señales no verbales e importantes que complementan al “no”: el tono, la firmeza y la gravedad de la voz, la mirada fija, la cara seria o una actitud más firme.
- La seguridad de los padres a la hora de establecer orden y disciplina son también algunas de las bases positivas para su aplicación.
- La única manera de que al niño le llegue el mensaje de sus padres, es cuando le quede claro que son ellos el “capitán del barco” y los que ponen las normas para su bien.
- El niño debe saber la diferencia de lo que está y de lo que no está permitido hacer.
- La falta de límites no hace feliz a los niños ni a sus padres.
- Es muy importante que los papis sean perseverantes a la hora de aplicar disciplina a los hijos. Si el niño no debe subir en la silla, el “no subas” debe ser aplicado por toda la familia.
Frandi, Zury y Valeria.
Diego, Gissell y Genev.
Juan José, Itzayana y David.
Edwin y Gonzalo.