Martha Gallardo, Martha Rojas, Rosy Rosales y Aurora Gainza.
Por Juan Zúñiga
¡Feliz viernes amigos! No hay nada más grato que una buena conversación tomando un rico café. ¿A poco no?
La verdad el momento se hace doble y se va multiplicando a medida que pasan las horas. Las charlas amenas no pueden faltar entre los selectos grupos de amigas de esta ciudad porteña, por tal motivo me permito saludar desde estas líneas a todas las señoras que atentas y amables posaron para el lente social de Tardes de Café.
Una de las cosas que hace un café y hablar, es que permite conocerse, acercarse y animarse a encontrar los puntos en común. Es un momento relajado, distendido, jovial. Es un momento que sin duda nos puede permitir poder decir lo que sentimos, reír, planificar, confesar, resumir, ampliar, tratar, resolver en fin, un momento mágico para quienes aman el sabor de esta bebida tan común pero significativa.
Por tal motivo agradecemos a todas los que hoy nos acompañan y hacen posible este espacio, deseándoles siempre lo mejor.
Desayuno de las Damas Voluntarias de la Naval.
Adriana, Santi, Violeta, Susana y Johanna.
Mónica, Margarita, Nayeli, Roxana, Alexia, Amayrani,
Fernanda, Regina, Claudia y Natalia.
Joanna Hernández, Agustina de Lima y Paty de Dimas.
Arleth, Brenda y Adriana.
Martha, Gloria, Martha y Magda.
Nayeli Beatriz, Roxana Díaz y Regina Rodríguez.
Ada Marina Díaz.
