Es por lo menos un 10 por ciento de locales los que peligran el cierre, aunque la mayoría busca mantener abierto el negocio hasta que “no dé para más”. Ahí hay de diversos giros y principalmente hay de comida.
Los comerciantes ofrecen pollo, carne, chorizo; además de servicios de sastrería, zapateros, compostura de electrodomésticos; también cuentan con tiendas de abarrotes, corte de pelo, hay papelerías, ropa de segunda, molino, fondas, venta de muebles, hierberías e incluso lectura de cartas.
Los vendedores de este centro de abastos cuentan con sus propios veladores que cuidan los espacios comerciales y no han tenido problemas de seguridad hasta ahora, mientras que el alumbrado es suficiente debido a que no todos los negocios lo necesita, ya que no hay ventas durante el horario nocturno.