Durante la prohibición de captura se mantuvo el abasto con camarón de granja y de importación, a un precio de 130 pesos el kilo, dependiendo la talla del crustáceo, siendo el costo del de laguna superior al de granja, aseguran los pescadores, a la vez que afirman seguirán buscando que las vedas no sean sólo de escritorio, sino que se realicen estudios para no afectarlos y exigirán el pago del empleo temporal.