26 de Abril de 2024

-Ni soltera ni fantástica, ni comiendo, ni amando, ni rezando 

Por Nancy Jácome

Para iniciar esta columna he de decir que tengo 32 años de edad, por ello puedo hablar bien del tema ¡estoy en la edad!  Y aunque la película “Soltera treintona y fantástica” me causó mucha risa, no me invita a leer el libro porque finalmente a diferencia de la protagonista yo sí sé que es un Vine (esa imagen que se repite) Instagram, Facebook, Snapchat (que por cierto les faltó incluir) y otras redes sociales.

Pues como trabajadores de medios de la comunicación debemos estar a la vanguardia de todas las nuevas plataformas de internet, y por ello sé de redes sociales, en cuanto a música siempre está la radio que nos pone a Justin Bieber o al siguiente güerito de moda para seguir en onda. Aquí se les escapó a los productores este detalle si se supone que la protagonista es columnista. 

Pero debemos recordar que antes de este libro existió el de “Comer, amar y rezar” y su respectivo libro en el que la protagonista Elizabeth Gilbert, a los 31 años de edad, pierde el rumbo de su vida también después de terminar una relación, pero esta mujer vende todo y se va a Italia donde aprende el arte de apreciar la comida, a la india donde aprende a rezar y a Bali donde aprender a amar.

A mis 30 y tantos soy fan de Netflix, de la aclamada serie de HBO Juego de Tronos y debo tener más de un trabajo para poder pagar las cuentas con este gobierno infame que cada vez nos hunde más en la pobreza, así que pertenezco al sector Godínez ¡sí! ese que llega con el tupperware a la oficina.

Entre en los treinta soltera no como la protagonista que estaba con pareja ¡no! yo entre soltera con una hija de nombre Galatea y al año me convertí en abuela de Rocky,  mis dos perros weimaraner, así  que le llevo la delantera a Bárbara Mori y su perro; muchas de mis amigas han llegado a los 30 así, otras han llegado con pareja y otras con hijos.

Les puedo decir que ya sólo la generación de las abuelas nos consideran solteronas y a veces ya mejor se quedan calladas pues ellas aún siguen soportando al amor de su vida, nuestras madres ya son de la generación de las divorciadas, no aplica a todas pero es en esa generación donde comienza el desorden y ahora nosotras somos solteras y para las revistas somos millennials, lo siento ya nos encasillaron, la película llega algo tarde.

De acuerdo a la revista Forbes, la Generación Millennials define a los nacidos entre 1981 y 1995, jóvenes entre 20 y 35 años de edad. Ven no soy soltera soy millennials.  Algo cierto que nos indica el personaje con acento español de la película es que todas las personas están segmentadas por tanto siempre perteneceremos a un sector estudiado por los encargados de la mercadotecnia y siempre nos harán llegar de acuerdo a este lo que necesitamos, es por ello que se conoce a los millennials como los que en lugar de acumular cosas acumulan experiencias de vida, de ahí que estén en auge las agencias de viaje.

A los 30 considero que cada quién vive la vida que eligió, que no es malo estar casada, tampoco estar divorciada y mucho menos estar soltera. La gente siempre cuestionara todo, nunca eres y nunca serás lo suficientemente perfecta para la sociedad y eso está bien, es bueno ser diferente es bueno ser la que no se casa y viaja, es bueno ser la que toma el reto de preservar la especie y es madre, es bueno la que dice ya no quiero continuar la relación y se divorcia. Lo que es malo es pertenecer a esa parte de la sociedad que critica, eso es algo que debemos comenzar a cambiar.

Así que si quieres tener hijos tenlos y herédales tus riquezas, tus virtudes y tus manías, si no los quieres tener no te preocupes el mundo está sobrepoblado y la raza humana no se extinguirá porque no traigas otro bebe al mundo, haz de tu vida un papalote, pero siempre hazlo Fiel A Ti, y pienso que aquí es donde radica el problema de todo el asunto, somos constantemente bombardeados por los que necesitados, por lo que según ellos queremos y por lo que debemos ser que no sabemos quiénes somos en realidad para ello les recomiendo leer "Me vale madres" de Prem Dayal.

Para mí, desgraciadamente la película de Babara Mori no representa a las mujeres de 30 y tampoco lo hace “Comer, amar y rezar” porque ninguna mujer debe ser definida por su estado civil, porque por más que quieran descifrar a las solteras nunca lo comprenderán, porque es difícil entender porque alguien se siente tan a gusto consigo mismo que no necesita a alguien más para complementar su felicidad como nos han enseñado las  películas y novelas románticas. Porque la mujer siempre será un misterio hasta para ella misma. De igual forma el hombre siempre lo será. 

Nos vemos en la próxima columna.