26 de Abril de 2024

Adiós a los pluris y sus mañas

Por Ángel Álvaro Peña

Una vez cerrada la puerta de las nominaciones plurinominales seguras, cómo le harán los partidos políticos para colocar en las titularidades de las diferentes comisiones a sus alfiles, es la gran pregunta que se hacen quienes hicieron de una posibilidad de apertura política y pluralidad ideológica, un espacio para sus militantes consentidos.

Desde la aparición de las legislaturas plurinominales cada partido político colocaba en los primeros lugares a los estrategas de su organización, de tal suerte que garantizaran su presencia en las dos cámaras. Así, dentro de estos personajes se elegía, desde antes de algún acuerdo entre pares en las diferentes colegisladoras, a los propios coordinadores de sus fracciones parlamentarias y a uno que otro presidente de comisión.

Ahora, si la idea surgida de la población surte efecto en la reducción de legisladores, la designación de presidentes de comisión deberá ser producto de una concertación entre similares, contrincantes, pero no enemigos.

Es decir, la necesidad de ponerse de acuerdo empezará desde el inicio de cada legislatura para acordar las posiciones que cada partido ocupa.

Otro de los factores que deberá tener consenso son los saltos de los legisladores que pasan de una posición a otra, adueñándose de espacios y presupuestos cuya transparencia deja mucho que desear.

Hay ejemplos de personajes que han vivido toda la vida del presupuesto, que han pasado de un puesto a otro y sobre todo influido en el devenir del país. Tal es el caso de Emilio Gamboa Patrón, cuya carrera política comienza a los 22 años, precisamente cuando entra a miliar en el PRI, partido que le ha brindado la oportunidad de saltar de un puesto otro.

En 1979, a la llegada de Miguel de la Madrid Hurtado a la entonces Secretaría de Programación y Presupuesto, es nombrado su secretario particular. Al ganar las elecciones De la Madrid, Gamboa patrón sigue en el mismo puesto, como secretario particular, desde donde influye, incluso, para la designación de quien sería el próximo presidente de México.

Al comenzar el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, es nombrado Director General del Infonavit, por un periodo de dos años. A partir de 1991, salta al IMSS, donde se encarga de su titularidad, para pasar ese mismo año a Fonatur y a la Lotería Nacional.

De 1992 a 1994 se convierte en uno de los más influyentes secretarios de Comunicaciones y Transportes que haya tenido administración pública alguna, sustituyendo a Andrés Caso Lombardo.

Posteriormente Gamboa se convierte en el subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, en 1998, con Francisco Labastida Ochoa como titular, cuya campaña de proselitismo encabeza, quien dos años después perdiera la Presidencia de la República frente a Vicente Fox.

Gamboa Patrón comienza su carrera legislativa en 2000, como senador priista, desde una oposición naciente, pero al mismo tiempo complaciente. Termina su periodo como senador junto con el sexenio y se convierte en diputado de la LX Legislatura, en 2009, terminada su gestión como diputado es seleccionado como líder de uno de los pilares del tricolor, la CNOP, hasta 2011, para que al siguiente año se convierta en senador nuevamente, y coordinador de la fracción de su partido en esa colegisladora, donde actualmente se encuentra y seguramente, a finales del próximo año tendrá un  nuevo puesto, porque personajes como Gamboa Patrón no pueden estar fuera del presupuesto pero tampoco de la influencia política e ideológica no sólo del partido sino de la realidad nacional.

Emilio Gamboa Patrón es un militante del PRI que pocas veces ha hecho campaña. Es decir, desde que las candidaturas plurinominales existen en 1996, es decir, que cumplen 21 años, la responsabilidad con el elector puede eludirse.

Porque en términos reales nadie vota por los legisladores plurinominales, sino que son resultado del porcentaje de la votación para los candidatos ganadores de su partido que sí realizaron campaña de proselitismo.

Las democracias indirectas, como la nuestra, tienen sistemas de representación proporcional, México no es el único, pero sí de los pocos que son utilizados una y otra vez con un exceso de responsabilidad, mucho mayor a la que tiene un legislador electo por el pueblo.

Es así como el legislador plurinominal en México sirve a su partido y no a la sociedad, porque al entrar en esta categoría debe servir a su partido y al grupo que lo designó, pero no representa a ninguna parte de la población, porque no obtuvo un solo voto de los ciudadanos.

Es esta parte de la legislatura sin legitimidad electoral la que deben sacar del rejuego parlamentario en el país, creada para darle equilibrio a las decisiones parlamentarias y compensar mayorías aplastantes, que ya no existen en el sistema político mexicano.

El sistema de partidos que padece el país, tiene en la reforma electoral próxima la posibilidad de borrar todos o una buena parte de los legisladores plurinominales que deberán responder, por fin a las necesidades de un espacio territorial del país y no sólo a los intereses de su partido; es muy posible que desaparezcan todos estos espacios; sin embargo, habrá que preguntarse si las cúpulas de los partidos políticos están preparados para interactuar dentro de un nuevo esquema de legislación sin el apoyo de los diputados y senadores plurinominales.

La representación indirecta que tiene México se agotó cuando personajes como el arriba mencionado mostró, con su práctica legislativa la inoperancia de un proyecto político que sólo atrofiaba las decisiones de diputados y senadores.

La transformación de la forma de operar de los legisladores mexicanos está próxima, en la que se verán forzados a voltear a ver a los representados que tienen una larga lista de pendientes sin resolver.

PEGA y CORRE. - Ángel Donet Méndez Cadena, hijo de Eva Cadena, exmilitante de Morena, quien fue filmada recibiendo dinero para la campaña de Andrés Manuel López Obrador sufrió un atentado en el sur de Veracruz, en Las Choapas, del que salió ileso. En el lugar quedaron los casquillos de balas de grueso calibre, cuyos disparos fueron a impactarse en el automóvil del agredido.