28 de Abril de 2024

¿Qué pasa, porqué suceden hechos tan lamentables como el asesinato de la hija de una Diputada Federal?

Por Julio César Cué Busto

Los fenómenos delictivos actuales son tan incomprensibles como complejos en su esencia y razonamiento, las conductas antisociales de la Delincuencia Organizada se ha diversificado en exceso, lo que provoca una muy difícil implementación de políticas criminales adecuadas para combatir la delincuencia actual. No se ha analizado a plenitud los indicadores conductuales que incitan y convencen a cualquier ciudadano, incluso menores de edad, para pertenecer a organizaciones delictivas que cada día son más violentas. Aunque, la opción cero-oportunidades es un factor determinante.     

Las estructuras criminales actuales se componen por dos pirámides estructurales inseparables, una es, la pirámide operativa en donde está en la cúspide el líder del grupo criminal (un Chapo o un Mencho), en segundo nivel los jefes regionales o estatales, en tercero los operadores financieros, otro nivel con los responsables de las plazas hasta llegar a las cuadrillas operativas, entre estas últimas, los aprendices de narcotraficantes, asesinos, ladrones, extorsionadores, secuestradores, halcones, etcétera. Tiene décadas que por estupidez gubernativa o igual por insano interés, los gobiernos en México utilizan la misma estrategia; esto es, intentar aprehender exclusivamente a los líderes principales de los cárteles criminales más conocidos.

La otra pirámide está conformada, sin existir jerarquía en sus distintos niveles, por presidentes de la república, gobernadores, presidentes municipales, diputados, senadores, miembros distinguidos de gabinetes federales o estatales (en funciones o no); o sea, el poder político. En medio con una participación de la mayor importancia se encuentra la Delincuencia Uniformada; ya sea, civil o militar. De manera adyacente dentro de esa misma pirámide se encuentran en sociedad representativa el poder económico de los grandes capitales, la iniciativa privada corrupta.

Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo” manifestó, ¡yo no soy el Patrón! como argumento defensivo. Con lo que emerge un gran enigma, ¿quién es el Patrón? algún miembro distinguido del poder político o un destacado empresario del poder económico.

Aterricemos todo lo anteriormente expuesto en nuestro paradigma para resolver o al menos tratar de hacerlo, la hipótesis propuesta en el título del artículo; esto, sin perder de vista los daños colaterales que se ocasionan por esa farsa total llamada “lucha contra el crimen organizado”. Daños representados por los miles de muertos, los miles de desaparecidos y los miles de no reportados, sumándose como una víctima más la estudiante de medicina ultimada en Veracruz, Valeria Mariam Cruz Medel.

La infinidad de situaciones que se pueden dar en un territorio en conflicto son muy variadas y diferentes unas con otras, expondremos algunas: Un grupo criminal antes de invadir formalmente un territorio o plaza ya ocupada, manda una avanzada para verificar y corroborar, qué organizaciones delictivas pululan en esa zona, y con qué apoyos y protección oficial cuentan cada una de esas agrupaciones, por lo regular se mueven así, el premio mayor es conseguir la protección del Ejército o la Armada. También es significativo el apoyo y protección de policías preventivas estatales o municipales, incluso participan las policías ministeriales, ministerios públicos locales o federales, abarcando en ocasiones en sus nóminas a delegados o subdelegados de PGR. Estas nóminas alcanzan a tener como pagos mensuales cantidades de más de treinta millones de pesos.

En ocasiones hay hasta seis o siete grupos delictivos guerreando en un territorio específico, unos grandes, otros chicos, pero imaginen realizando todos actividades delictivas y buscando la supremacía operativa para dominar la plaza, y en medio de todo eso, infinidad de personas inocentes como Valeria Mariam Cruz Medel siempre expuestas a tener un incidente en donde pueden llegar a perder la vida, como fue el caso.

Cuando se toca el tema de involucramiento de las fuerzas armadas en protección a bandas criminales, causa mucha  escollo el comentario, les narro un ejemplo, hay una agrupación criminal en donde tienen entre sus miembros a muchos exmilitares, chequen el procedimiento que usan para reclutar militares en su nómina: le mandan mensajes al responsable de la zona militar para invitarlo a participar con ellos por medio de una cantidad mensual  que se controlará con una nómina, sí el alto mando militar se niega, le hacen la propuesta al militar que sigue en mando, hasta llegar al grado de los Tenientes o Subtenientes, cuando observan su fracaso, por la honestidad de los mandos militares.

Recurren a la “Ley de los Metales”, asesinan a algún teniente o a algún familiar, y les mandan el mensaje a los demás, o se disciplinan y aceptan su pago mensual por la protección e información, o los matan junto con sus familias. Estrategia infalible, con lo que le iban a pagar en la nómina por “arreglarse” con un jefe de zona militar, les alcanza para “contratar” a quince tenientes, logrando la protección forzada de las fuerzas militares. En otras ocasiones, logran asociarse sin utilizar la ley de “Plata o Plomo”, al encontrarse con corruptos elementos policiales federales, ministeriales, preventivos estatales o municipales, integrando parte de la nómina sin el uso de la violencia.

Lo aquí descrito manifiesta parte del dramático entorno en el que vivía la estudiante de la carrera de Medicina. Qué pasó en realidad ese día, cuál es la verdad legal de los hechos, por el momento se debe de considerar que con los acontecimientos posteriores al hecho criminal toda la indagatoria quedo contaminada, y requiere de un procedimiento de depuración de las líneas de investigación, para fortalecer o desvirtuar las diversas versiones que surgieron en los momentos posteriores al evento delictivo. Pudiera resultar que todas las versiones son falsas y se consolidara alguna otra aún no expuesta.

Fue un error táctico del gobierno de Veracruz, que expusieran tan rápido la versión de la confusión entre la persona que iba buscando el sicario y la hija de la Diputada Federal Dra. Carmen Medel Palma, aparentemente por un parecido físico importante, tampoco fue correcto especificar con tanto detalle, y en tan poco tiempo toda la supuesta secuencia histórica posterior al hecho delictivo, en lo relativo a la identificación del homicida y su desenlace final de haber sido ultimado. Ya que lo único que se logró fue que con justificada razón se desconfiara de todas y cada una de las palabras del Gobernador, ocasionando que fluyeran otras versiones que alguna de ellas agreden el buen nombre de la occisa.

Otros datos que resaltan más dudas en la versión oficial del gobierno de Veracruz, por ejemplo, el modus operandi del asesinato de la hija de la diputada federal, no corresponde a un homicidio llevado a cabo por un crimen organizado profesional, aunque debemos tomar en cuenta que el fenómeno delictivo actual es atípico al 100 %, y pudiera tratarse de un asesinato llevado a cabo por una persona exageradamente drogada y que no supo ni donde lo estaba haciendo, ni cómo lo estaba haciendo, incluso se puede confundir lo pasional de haberle disparado tantas veces, con la falta de experiencia en esos menesteres y no ser un tirador certero, me refiero a la forma en la que segaba la vida de la estudiante de medicina.

Se concluye, el homicidio de Valeria se da en un entorno de inseguridad pública producto de una descomposición social que durante décadas el Estado Mexicano ha solapado al no tener una política criminal acorde al problema real que atraviesa la sociedad mexicana; esto es, estar de manera permanente en una zona de guerra, con los consabidos riesgos para todas las personas que ahí transiten.