27 de Abril de 2024

 

Por Miriam Lagunes Marín

Recientemente salió a la luz el caso de una menor de edad que denunció a cuatro policías de haber abusado sexualmente de ella, en su declaración narró como poco antes de llegar a su casa una patrulla la interceptó, acto seguido uno de los policías la sometió y la subió a la fuerza a la unidad, donde cada uno de ellos la violó, posteriormente la dejaron abandonada lejos de su hogar, ella le contó lo sucedido a su familia quienes le acompañaron a presentar su denuncia.

Por desgracia este no es un caso aislado, basta decir que en México matan aproximadamente a nueve mujeres al día, estos crímenes son mayormente por motivos de género y son pocos los que alcanzan justicia, la mayoría de las mujeres en el país ha vivido violencia, las alertas de violencia de género no están dando los resultados esperados, el hecho de que la misma policía, que es la que se supone tendría que cuidarnos de los criminales sea la que representa una amenaza es una burla, no es de extrañarnos que esto fuera la gota que derramó el vaso y provocara marchas en todo el país, siendo la realizada en CDMX la que más llamó la atención.

Miles de mujeres salimos a las calles para exigir que tanto gobierno como sociedad garantice nuestro derecho a una vida libre de violencia, la mayoría de estas movilizaciones fueron pacíficas, pero también hubo como resultados algunos destrozos, es importante señalar que grupos de choque se infiltraron con la finalidad de desprestigiar el movimiento, pero también es verdad que también algunas mujeres dañaron edificios, propiedad privada y monumentos históricos, lo cual ha sido motivo de debate en redes sociales los últimos días, ¿es justificable causar disturbios en nombre de la justicia?

La respuesta es sí, una vez agotados todos los recursos la protesta y la desobediencia social son herramientas válidas para exigir justicia, no solo pedimos que se esclarezca el caso de la menor que fue abusada por policías, pedimos también que cese la violencia machista en todos los niveles de gobierno que revictimiza a quienes se atreven a hacer una denuncia, esto incluye también a los niños y hombres que han vivido violencia resultado del sistema patriarcal que nos enseña que la tortura sexual es la mejor arma para someter a otro ser humano y lastimar de manera permanente su dignidad, no es una lucha de mujeres contra hombres, es una lucha por visibilizar como el machismo nos afecta a todas las personas de manera directa o indirecta.

Como resultado de las movilizaciones llevadas a cabo los últimos días la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum se reunió con representantes de diversos grupos feministas para analizar la situación en CDMX y escuchar su pliego petitorio, en esa reunión acordaron algunas medidas de seguridad para contrarrestar la violencia que vivimos las mujeres, también la jefa de gobierno pidió disculpas por haberlas llamado provocadoras solo por haberse manifestado, también los medio de comunicación cambiaron la narrativa que criminalizaba a las agrupaciones que participaron en la marcha, a título personal espero que nunca más tengamos que ver este tipo de acciones para pedir justicia, sobre todo espero que no lo veamos debido a que el acceso a la justicia nunca más sea un privilegio sino un derecho universal.