El Grupo Texcoco inicia su era de máximo poder en el Estado de México tras ganar la gubernatura de la entidad y desplazar al Grupo Atlacomulco, que duró casi un siglo con las riendas de la entidad más poblada y con más presupuesto federal, desde la cual catapultó a sus oriundos a lo más alto de la política: al Congreso federal, la gubernatura del estado y la Presidencia de la República.
Este domingo, el grupo político que cofundó el actual senador de Morena, Higinio Martínez Miranda, emerge con toda la fuerza y una nueva correlación de fuerzas: la líder indiscutible del movimiento es la nueva gobernadora del estado, Delfina Gómez, seguida por quien será su secretario de Gobierno, Horacio Duarte, y al que se le visualiza como uno de los personajes más poderosos del estado. Los tres no tienen hoy la mejor relación y tendrán que ajustar cuentas, ya que pasó la elección, además de repartirse territorios y operación.
El Grupo de Acción Política (GAP) ha dominado la estructura del Morena en el Estado de México en los últimos años. Higinio Martínez lo cofundó junto con Rosendo Marín y José Luis Gutiérrez Cureño; luego se sumaron Horacio Duarte, Elena García, Maurilio Hernández, Angélica Pérez y Simón Lara.
El GAP surgió entre 1993 y 1994 como una corriente interna del PRD y fue conformado por exmilitantes del Partido Mexicano de los Trabajadores y de la Unidad de Izquierda comunista. Lo que inició como un movimiento con fuerza en la zona oriente del Estado de México se expandió cuando Higinio Martínez presidió el Comité Ejecutivo estatal. Actualmente tiene una fuerte presencia en Texcoco, su principal bastión, así como en Ecatepec y Nezahualcóyotl.
Cuando Morena logró su registro en 2014, el GAP utilizó sus estructuras políticas forjadas por más de 10 años para posicionarse como la fuerza dominante del partido en el Estado de México, dando como resultado un peso político para designar candidatos que formaran parte de este grupo en municipios como Ecatepec, Acolman, Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Tultepec, Tultitlán, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Texcoco, Chiconcuac, Tizayuca, Toluca y Atizapán de Zaragoza.
Existen grupos más pequeños como el de ‘Los Puros’, que es liderado por el consejero nacional Daniel Serrano, quienes cuentan con presidencias de algunos municipios como Coacalco, Ixtapaluca, San Mateo Atenco, Ixtlahuaca y Nicolás Romero.
El proceso electoral en el Estado de México deja muchos aprendizajes. El más importante es que la estructura de Morena no es invencible, pues de acuerdo a las tendencias que se vieron en los conteos rápidos y en el programa de resultados preliminares, la coalición PRI-PAN-PRD sí logró cerrar la elección, aunque no lo suficiente para retener al estado.
Las encuestas que daban entre 15 y 22 puntos de ventaja a la candidata de Morena-PT-PVEM quedaron en entredicho y la más cercana fue la que revelamos en esta columna la semana pasada, del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que marcaba ocho puntos arriba a Delfina Gómez, con un margen de error de +/- 4%. Al cierre de este espacio, la estimación de los resultados de la elección marcaba una diferencia de entre nueve y 10 puntos, con una participación ligeramente menor al 50% del padrón electoral.
Para empatar o ganar la elección, la coalición de Del Moral debía evitar una paliza en los municipios del oriente, donde se concentra la mayor cantidad de votantes en el estado. Pero no pudieron evitarlo. Los números que arribaban a su propio centro de cómputo los ponían entre ocho y 10 puntos por abajo de Delfina Gómez, a pesar de una operación en pleno de la estructura priista.