- La sorpresa de sorpresas en la crónica anunciada del triunfo de Claudia Sheinbaum
Agencias
México
La sorpresa de sorpresas en la crónica anunciada del triunfo de Claudia Sheinbaum fue el acto de rebeldía de Marcelo Ebrard y el mensaje que éste lanzó abiertamente a López Obrador usando una frase recurrente del Presidente: “yo no soy un ambicioso vulgar, si así fuera no habría apoyado a Andrés en 2011”.
Se refería el excanciller al sacrificio que hizo en favor de López Obrador tras aquel empate técnico entre ambos y aceptar hacerse a un lado al autoimponerse el propio tabasqueño de forma autoritaria como candidato presidencial en 2012, por segunda vez en su trayectoria.
Ebrard terminó agraviado después de semanas de un proceso interno en el que desde el inicio denunció cargada en favor de Sheinbaum. Sabe que su demanda de pedir la reposición del proceso es restarle legitimidad al triunfo de ella como la representante de la 4T para la elección presidencial de 2024.
Para el Presidente el juego de Ebrard, de no salir en la foto levantándole la mano a su hija política seguramente será tomada como un acto de traición a su proyecto transformador y ahora puede declararse el excanciller como su rival. Puede el excanciller irse despidiendo del premio de consolación que era coordinar a los senadores en la siguiente Legislatura. En política nada está escrito, pero Marcelo Ebrard parece haber cometido un suicidio político aún quedándose en Morena.
Quien terminó muy menguado y con la cara larga al irse al fondo de la tabla de las encuestas de Morena fue Ricardo Monreal, pero aun noqueado terminó sacando el colmillo. Ya pequeñito, después de haber desafiado al Presidente, elogió a Claudia Sheinbaum, con quien no se podía ver ni en pintura sobre todo a raíz de las intermedias de 2021, cuando la exjefa de gobierno lo responsabilizó de la derrota en Ciudad de México al señalar que operó en favor de la oposición.
Para Sheinbaum, en el contexto del desprecio de Marcelo Ebrard, debió ser oxígeno puro el discurso de Monreal quien le dijo que respeta su liderazgo y que cuenta con él, a pesar de quedarse tampoco sin posibilidad de ir por la Ciudad de México. Le dijo que seguirá luchando donde lo pongan y la abrazó después de casi dos años y medio de no darse ni la mano. Monreal deberá replantearse su papel en la política y Morena, pero seguro no dejará de hacer lo que sabe bien: la operación política con la oposición.
UPPERCUT: El parricidio político de Mario Delgado a Marcelo Ebrard es otro aspecto importante del proceso histórico de Morena. Le dedicó palabras también el excanciller al llamarlo cobarde y que cada día se parece más al PRI. Así también se termina un lazo de más de 20 años de relación. Ebrard hizo políticamente a Delgado, sobrino de un amigo suyo. Incluso, de tesorero de la entonces jefatura de gobierno del DF lo pasó a la Secretaría de Educación Pública para posicionarlo de cara a la sucesión capitalina, pero ni los mejores publicistas pudieron con la encomienda. Hoy le tocó a Delgado darle la espalda a su exjefe y amigo.
Información tomada de El Heraldo de México.