23 de Noviembre de 2024

 

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Algo pasó en Palacio Nacional y en Morena porque, después de haber minimizado y menospreciado el efecto que tendría una ruptura de Marcelo Ebrard y sus seguidores con la 4T, las señales cambiaron. Ahora, en lugar del desdén mostrado por el presidente López Obrador y la candidata Claudia Sheinbaum ante las quejas y denuncias del excanciller y sus amenazas de abandonar al partido oficialista, la prioridad es evitar un rompimiento de Ebrard y ofrecerle una negociación política para que permanezca dentro del movimiento y evite una división que resultaría costosa para el lopezobradorismo.

Desde la oficina presidencial han comenzado a buscar un encuentro con Marcelo para ofrecerle que se siente directamente con López Obrador, ante la negativa de Ebrard para sentarse a hablar con Claudia Sheinbaum. La idea es que el Presidente dialogue y negocie personalmente con su excanciller para pedirle que ponga fin a sus quejas y acepte permanecer dentro del movimiento a cambio de posiciones para él y su gente, en las que se les garantizaría el respeto y la inclusión en las tareas del movimiento y en las próximas campañas.

En concreto, nos dicen fuentes de Morena, se le plantearía a Ebrard ser candidato al Senado en los primeros lugares de la lista partidista y a su gente apoyarla con la reelección, en el caso de senadores y diputados, y algunas candidaturas para su equipo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. “Lo que se busca es evitar que Marcelo se vaya por el impacto que podría tener su salida, no tanto en la disputa por la Presidencia de la República, pero sí en el objetivo prioritario para el Presidente y para el movimiento, de lograr mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso de la Unión”, nos comentó la fuente morenista.

La decisión de buscar a Marcelo y proponerle una negociación la tomaron conjuntamente Sheinbaum y el presidente López Obrador, a partir de las peticiones que hicieron abiertamente otros de los aspirantes que participaron en el proceso interno y de las proyecciones y prospectivas sobre los puntos que podría restar a Morena el excanciller en caso de que se postulara por alguna otra opción política como Movimiento Ciudadano, con quién ha sostenido pláticas.

La semana pasada, el excanciller dijo en entrevistas radiofónicas que él no está pensando en negociar posiciones a cambio de retirar las impugnaciones al proceso morenista, que ya presentó ante la Comisión de Quejas de Morena. “No estoy negociando una posición, no es mi objetivo. Yo creo que si él (López Obrador) estuviera en mi posición, haría algo muy similar a lo que yo estoy haciendo, es lo que aprendí junto con él”, dijo de manera enfática el exintegrante del gabinete obradorista.

Pero la realidad es que a Marcelo Ebrard se le están acabando las opciones y, después de haber retrasado su salida de Morena, con el argumento de que esperaría a que le respondieran a sus quejas en el partido, dejó la impresión de que está alargando los tiempos en espera de otro tipo de salida. Porque la candidatura independiente que él mismo mencionó como una de sus opciones, se cerró para él el pasado jueves, al vencerse el plazo legal para registrarse en el INE; mientras que sus otras opciones, como la candidatura de Movimiento Ciudadano, cada vez se ve más complicada ante el avance de otros aspirantes emecistas como Samuel García y Jorge Álvarez Maynes.

Ayer, de hecho, en entrevista que le realizamos en el noticiero A la Una con este columnista, Dante Delgado, líder nacional de MC, dijo que su partido busca “candidaturas jóvenes y disruptivas, que le hablen a los nuevos votantes y tengan propuestas de cambio y modernización para el país. Queremos ser una opción distinta a los que ya gobernaron y le fallaron al pueblo (PRI y PAN), y los que están gobernando, pero lo han hecho mal (Morena), y para eso necesitamos candidatos frescos y que representen algo nuevo”. Y cuando se le insistió sobre la posibilidad de que inviten a Ebrard, Dante le dio la vuelta: “No lo descartamos, pero tampoco lo encartamos. Él tiene que resolver sus tiempos y sus decisiones, aunque ya se tardó”.

La tercera opción que Marcelo Ebrard había contemplado si finalmente rompe con Morena es su retiro definitivo de la política y ese parece ser el único que le va quedando. A menos que el presidente López Obrador, en el encuentro que ya está buscando con él, lo convenza de lo contrario y acepte el liderazgo del Senado que le ofrecerían en Palacio Nacional.

Hace casi 6 años, cuando Ricardo Monreal se inconformó con las encuestas en la Ciudad de México, que dieron ganadora a Claudia Sheinbaum para candidata a Jefa de Gobierno, López Obrador buscó al zacatecano, que ya incluso había negociado con el PRI y el PAN ser candidato a la Ciudad de México, y en una larga plática privada el entonces candidato presidencial convenció a Monreal de que se quedara en su movimiento a cambio de ser líder del Senado. ¿Será que se repite la historia y AMLO convence a Marcelo con posiciones y algunos otros métodos?