Movimiento Ciudadano asume rostros muy diferentes en cada entidad federativa. En Jalisco, por ejemplo, hoy representa una confabulación de intereses empresariales, que se aglutinan en torno a las candidaturas de Pablo Lemus y Juan José Frangie, típicos empresarios de la política.
En el municipio de Zapopan se ha instalado una suerte de empresariato desde que, en 2015 Pablo Lemus, quien había presidido la Coparmex Jalisco de 2007 a 2011, ganó el municipio y gobernó por seis años de la mano de Frangie, su Jefe de Gabinete.
A pesar de su perfil discreto, Frangie ha permanecido bajo los reflectores desde que uno de los regidores de Morena, Alejandro Puerto, ha venido denunciando los intereses detrás del gobierno emecista, como es el caso del desfalco a las finanzas públicas a través de Accendo Banco.
Frangie no solamente fue Jefe de Gabinete de Lemus y su sucesor en 2021. También presidió la Coparmex Jalisco de 2003 a 2005. Así, Lemus y Frangie son viejos conocidos de la élite empresarial local.
Cuando MC ganó por primera vez en Zapopan, surgió un lema que los separaba de la tradición alfarista: Zapopan para los empresarios. De esta manera, se instaló una narrativa carente de toda lógica: el interés general debía estar en manos de los señores del dinero. Un gobierno encumbrado bajo esa premisa no podía salir bien.
De acuerdo con sus declaraciones de 2021 y 2022, Frangie tenía participación en nueve empresas, incluyendo Alimentos Fraga, Distribuidora Tecno Office, Makecook, Rufrasa y Starcall de Guadalajara. Sin embargo, los registros de propiedad dejan en evidencia que omitió declarar doce empresas más, entre las cuales se encuentran la Cervecería Alcalde, Chivas de Corazón, Grupo Frangie, OJ Brand Group y la cadena de restaurantes Sandy’s.
Esta omisión resulta sospechosa, pero cobra sentido frente a la evidencia de que varias personas que colaboran en el entramado de empresas al que pertenece Frangie, han trabajado para los municipios de Guadalajara y Zapopan y para el Congreso de Jalisco.
Entre esas personas está el hijo de Frangie, Iker Frangie Gallardo, quien es accionista de una de las empresas que su padre omitió declarar: OJ Brand Group. Pero hay toda una lista de colaboradores de esas empresas que han trabajado para los gobiernos de MC. Es claro que durante la administración de Frangie se ha hecho usufructo de la nómina del municipio en favor de sus incondicionales.
Sin embargo, el caso que mejor expone al modo de gobernar que se ha instalado en Zapopan es el de Distribuidora Tecno Ofice, S.A. de C.V., un de las empresas de Frangie, que obtuvo contratos con Zapopan entre 2017 y 2020 por un monto que asciende a 32 millones de pesos, mientras Frangie era Jefe de Gabinete en Zapopan.
Esto no solo es inmoral, también es ilegal de conformidad con el artículo 52 de la Ley de Compras Gubernamentales, Enajenaciones y Contratación de Servicios del Estado de Jalisco y sus Municipios, donde se establece que está prohibido celebrar contratos con servidores públicos que tengan interés personal, familiar o de negocios hasta el cuarto grado.
Por lo visto, a esto es a lo que realmente se refieren los emecistas que han gobernado Zapopan por nueve años, al revindicar con orgullo que el municipio es de los empresarios. En otras palabras, “Zapopan para los empresarios” es una referencia a la propiedad y una confesión involuntaria: los empresarios se creen amos y señores de Zapopan y Frangie es un claro ejemplo de eso.