En esta colaboración, les comparto una historia que la mayoría de los mexicanos desconocen: A inicios de la década de los 70’ Carlos Luna Durán (1° de noviembre de 1936 – 30 de mayo de 2020), un humilde y diestro obrero participó de manera destacada en la fabricación de las ruedas del vehículo lunar conocido como “Lunar Roving Vehicle” (LRV) de la misión Apolo 15 de la NASA (National Aeronautics and Space Administration; Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio).
En las décadas de los 50’ y 60’ el municipio de Teoloyucan, en el Estado de México, era una zona en la que predominaba mayormente la agricultura y ganadería; entre las industrias, citamos a la Goodyear Oxo (The Goodyear Tire and Rubber Company), empresa fabricante de neumáticos, ubicada en Tultitlán, Estado de México.
En 1957, a los 21 años Carlos Luna Durán, persona que motiva esta colaboración, busca mejorar su situación económica y entra a trabajar a la Goodyear Oxo.
Carlos comienza como barrendero, después se desempeña como operador de tráiler, ayudante de tabulador y posteriormente asciende al puesto de tabulador. En 1962 inicia como ayudante de “llantero” y para 1967 se desempeña en ese puesto.
Para aquel año, habían transcurrido 12 años del inicio de la carrera espacial, en razón que el 29 de julio de 1955 el presidente estadounidense Dwight Eisenhower, declaró que su país lanzaría satélites a la órbita terrestre en el marco del “Año Geofísico Internacional” (1957-1958).
En 1971, para la misión del Apolo 15, la NASA solicita a las empresas Boeing y General Motors (a través de su filial Delco Electronics), el diseño y construcción del Lunar Roving Vehicle (LRV), Rover Vehicle o Rover lunar, y a la empresa de Goodyear Oxo –en Tultitlán– el diseño y fabricación de las 4 ruedas (no neumáticas) del LRV que utilizarían los astronautas en sus recorridos por la Luna.
Hace 53 años, el 26 de julio de 1971, en el Centro Espacial Kennedy (Florida, E.U.), fue lanzado el cohete Saturno V que transportó la tripulación del Apolo 15 (David R. Scott, Alfred Merril Worden y James B. Irwin), y a los módulos de mando (Endeavour) y de descenso, lunar o de servicio (Falcon).
Para fabricar las ruedas del vehículo eléctrico, la compañía Goodyear Oxo convocó al personal mejor capacitado, con mayor experiencia y habilidades; el obrero ‘llantero’ Carlos Luna Duran fue seleccionado para participar en el diseño y fabricación.
Después del inicio de la 12ª órbita lunar, el módulo de descenso (Falcon) con Scott e Irwin, aluniza el 30 de julio de 1971, en la región de Hadley Rille, al pie de los Montes Apeninos, en el borde oriental de Palus Putredinis, en el Mare Imbrium.
Por su parte, Worden, permaneció en el módulo de mando (Endeavour) orbitando la Luna.
El 31 de julio, en la segunda salida a la superficie lunar los astronautas, por primera vez, operaron y viajaron sobre parte de nuestro satélite en ese vehículo eléctrico. El 4x4 recorrió una distancia de 27,76 km. (3 h 02 min), su recorrido más largo fue de 12,47 km. y una distancia de 5 Km a partir del módulo de descenso.
La misión duró 12 días (295 h, 11 min y 53 s), completó 3 órbitas terrestres y 74 órbitas lunares; fue la primera con modificaciones en la astronave que permitía vuelos con duración máxima de 14 días (tipo J).
Durante las 77 h. y 55 m. que los astronautas permanecieron en la Luna (31 de julio a 5 de agosto), llevaron a cabo cinco recorridos lunares (EVA), uno a pie y 4 con el LRV, recorriendo una distancia de 27,9 km. con duración de 18 h y 35 min.
Además, de explorar el terreno lunar, investigaron la formación y geología de la Luna, recolectaron muestras de rocas lunares, instalaron instrumental geofísico y colocaron un modelo que representaba a un astronauta con una placa grabada que contiene el nombre de 14 cosmonautas soviéticos y estadounidenses fallecidos en los ensayos o durante los vuelos espaciales.
La misión concluyó el 7 de agosto de 1971, con el amerizaje del módulo en el Océano Pacífico, los astronautas fueron recogidos por el portahelicópteros Okinawa.
De las misiones Apolo 15, 16 y 17, los respectivos todoterrenos se quedaron en la Luna, cerca de los lugares de aterrizaje; el de la misión del Apolo 15 permanece con sus dos antenas quedaron apuntando hacia el cenit.
Quizás en los LRV de las misiones Apolo 15, 16 y 17 que quedaron en la Luna, el alma del originario del barrio de Santa Cruz, de Teoloyucan, Estado de México, ande explorando la superficie de nuestro satélite natural a bordo de los tres todoterrenos.
Carlos Luna Durán fue reconocido por la Goodyear y la NASA; toda la información nos fue proporcionada por el Sr. Fernando Luna García, hijo del célebre “llantero”.
Para orgullo de las y los mexicanos, el producto de la experiencia, ingenio, esfuerzo y trabajo del ‘llantero’ nacido en Teoloyucan –Estado de México– permanece en la superficie lunar in saecula saeculorum (por los siglos de los siglos).
Se afirma que “infancia es destino”, quizá también el apellido: Luna.