El Servicio de Administración Tributaria (SAT) es de las contadas dependencias públicas que han hecho una gran labor en el sexenio que acabó ayer, al incrementar la recaudación 112% contra el sexenio anterior.
Pero el SAT ha tenido diferencias con algunos de los principales medios de comunicación del país, mismas que vale la pena analizar:
Un primer caso es el de Radio Fórmula: la empresa de medios pagaba a su personal a través de un outsourcing bajo un rubro de pensiones/jubilaciones. Con este método de pago, la empresa pensaba que se podía minimizar la carga fiscal. El SAT no estuvo de acuerdo y se abrieron procedimientos contra unas 80 personas, todos comunicadores. El número de procesos pudo haber sido mayor, pero se exentó del proceso a reporteros y editores. Los comunicadores, todos, actualizaron sus adeudos con el SAT. La empresa les repuso una parte de lo que tuvieron que pagar al SAT con actualizaciones fiscales y se dejó de usar esa forma de pagar salarios.
Hay otros tres casos en proceso de resolución que son relevantes por lo que se menciona en la industria de la radiodifusión. El primero de ellos es Radio Centro. Esta empresa que recientemente ha estado emproblemada con las autoridades, por el impago de frecuencias de radiodifusión al IFT, decidió aplicar un esquema “creativo” para deducir impuestos.
Contabilizó miles de spots de “tiempos fiscales” (tiempos gratuitos que tiene que dar la radio y TV al gobierno como parte de la concesión desde 1970), les puso precio de mercado y su valor total lo dedujo de su pago de impuestos. Nadie en la industria había arriesgado con una estrategia fiscal tan agresiva como la que les propuso el abogado Eduardo Revilla, presidente de la Comisión de Impuestos de la International Chamber of Commerce México. El juicio de amparo 6386/2023 que por estos temas metió la icónica empresa radiofónica fue desechado en marzo pasado por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esto después de que Radio Centro ya también había tenido reveses judiciales en otros tribunales federales. Así que el SAT ahora está revisando varios ejercicios fiscales y el golpe para la icónica empresa podría ser devastador.
En el extremo opuesto está Radiópolis. También le “cayó” el SAT y observó que los citados “tiempos fiscales” no estaban computados en sus ingresos. Pero no hay ingresos de tiempos fiscales, pues es una cesión gratuita de tiempos al Estado mexicano. Aunque incluso la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión envió escritos explicativos al SAT, se le fincó un crédito fiscal (adeudo) a Radiópolis por millones de pesos. En esta empresa no han iniciado aún litigios, pero tendrían buenos elementos para ganarle al SAT, incluso, curiosamente, con los argumentos de los magistrados federales que ordenaron el pago a Radio Centro.
Un tercer caso en proceso se relaciona indirectamente con TV Azteca. La empresa a la que se quieren cobrar impuestos es Elektra, que es parte del grupo que controla Ricardo Salinas Pliego. La resolución de litigios por cerca de 30 mil millones de pesos está programada para la semana entrante, pero ayer Elektra pidió recusar a dos ministros de la Corte, lo que podría posponer el fallo judicial. Sin duda, este tema ha sido el más mediático por las declaraciones que de este litigio han hecho tanto el expresidente López Obrador como el propio dueño de la empresa. Es un litigio que ha rebasado los argumentos contables y jurídicos, y ha saltado al ámbito personal. Habrá que ver qué y cuándo resuelve la SCJN, pero, de ser un fallo adverso a la empresa, se podría afectar la liquidez del grupo, incluida la televisora.
La conclusión es que los medios no están exentos de ser auditados por el SAT y que vale la pena tener una contabilidad estricta y pago de impuestos puntual, pues, de lo contrario, se pone en riesgo el pago de montos millonarios, más recargos, e incluso la afectación de los comunicadores más relevantes del país, algo que en el pasado era impensable. En caso de haber abusos, como aducen algunas empresas, ha habido un Poder Judicial federal que hasta ahora ha puesto orden para que se pague en algunos casos y para evitar abusos en otros. Habrá que ver qué sucede en los casos de Radio Centro, Radiópolis y Elektra-TV Azteca.