21 de Noviembre de 2024

11a

Esta es una frase que escuché de varios amigos, quienes dicen que prefieren pagar un servicio del mercado gris y no pagar por ver sus contenidos favoritos en distintas plataformas.

Luego, días más tarde, en una plática de centennials, pude escuchar que muchos de ellos apoyaban el trend que se estaba armando en redes sociales, según el cual deberías dejar de pagar por tus plataformas de streaming. En ambos casos, se trata casi de una apología de la piratería.

Muy pocos lo saben, pero en la época de los sistemas de televisión por cable, la piratería era un dolor de cabeza. El método y las excusas para gozar sin pagar el servicio de TV de paga siguen siendo los mismos que ahora se usan para no pagar por el servicio de streaming, técnicamente conocido como SVOD (servicio de video on demand).

Algunos le dicen que es mercado gris, otros que solo es un concentrador de direcciones, unos más lo califican de vil piratería; lo que sí es un hecho es que, técnicamente, se trata de un bypass de señales. El concentrador o pirata contrata el servicio en países fuera de su lugar de residencia y libera los contenidos, mediante direcciones IP (internet), para que se puedan ver en otros países.

Estos contenidos son buscados y encontrados por una aplicación que instalas en tu teléfono o dispositivo de streaming y lo pagas con “una cuenta” que te otorgan mediante mensajes de Whatsapp. Más o menos así funciona, pues desconozco los detalles ya que no cuento con el servicio. No me atrevo a denunciar a nadie, pues varios amigos disfrutan de esos contenidos, no solo por la comodidad de tenerlos en una sola aplicación, sino porque resulta mucho más barato.

Según mis amigos de The Competitive Intelligence Unit, para acceder completamente a una gran mayoría de la oferta de contenido deportivo en vivo, las audiencias en México tendrían que desembolsar aproximadamente 730 pesos mensuales, al requerir una suscripción mensual a servicios como Disney+, Max, Prime Video, Fox Sports Premium y ViX Premium.

Si crees que esto es un servicio que compra solo la “gente jodida”, te equivocas, pues dentro de los clientes hay mucha gente que bien podría pagar por todas las plataformas que usa. Es decir, no es un servicio para pobres, incluso se burlan de mi al decir que soy pudiente al pagar por tantos servicios. Dentro de ese grupo, soy de los tontos que paga tanto por tantas plataformas.

Pero no culpo a quienes prefieren este mercado gris, pues creo que algunas plataformas sí se manchan, como Netflix, que aun sin tener contenidos deportivos, impone muchas restricciones a las cuentas y sus tarifas son cada vez más prohibitivas. Tener plataformas SVOD ya es como antaño, cuando los sistemas de cable eran para unos cuantos. Por eso entiendo que ellos no querían, pero Amazon y Netflix los orillaron al bypass.

MAL TIMING PARA AUTÓNOMOS

Les falló un poquito el timing a los legisladores. La discusión para la desaparición de los órganos autónomos debió darse hace unos días. Así tendríamos otro motivo para celebrar el Día de Muertos.

Según el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, la reforma constitucional para desaparecer los órganos autónomos podría aprobarse entre el 11 y el 14 de noviembre.

No me alegra ni me sorprende, pues desde hace años estos organismos, disque autónomos, eran como zombies. Estaban muertos, pero seguían dando lata y ellos creían que seguían vivos.

Pero tampoco me preocupa su extinción, pues mucho del personal, experiencia y conocimientos acumulados pasarán a forma de otra dependencia federal. Ahora sí formarán parte del gobierno de la República y no serán parte de un gobierno paralelo que solamente servía para hacerle bypass (atajo) a la administración pública federal.

No tengo tantas experiencias ni anécdotas con todos los órganos autónomos, pero se parecen mucho al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). De este regulador especializado tengo tantas malas anécdotas que me sorprende que todavía lo defiendan dentro de la industria.

Resulta casi esquizofrénico que respalden al regulador que muchas veces dio muestras de estar capturado (desde su origen) por grupos políticos y económicos. Me sorprende que lo defiendan aun cuando la mayor parte de sus dolencias competitivas fueron ocasionadas por las deficiencias o compromisos inconfesables del IFT. Incluso, varios de los involucrados en el pasado Pacto por México me confesaron en su momento que el IFT y otros organismos autónomos se crearon como una medida anti-Peje.