12 de Noviembre de 2024

11a

Donald Trump regresa a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025. ¿Qué es lo que ha cambiado en él mismo y en Estados Unidos, que nos permite afirmar que su forma de ejercer la presidencia será más riesgosa para México?

Hay que tomar en serio lo que Trump dice que hará, por descabellado que suene.

Otra cosa es que logre su propósito en cada rubro. Pero de que intentará hacer lo que ha anunciado, no me cabe duda alguna. Lo que haga Trump partirá mucho más de sus creencias y percepciones que de la realidad misma. Van los cinco factores de mayor riesgo para México:

Trump y el trumpismo han impuesto una narrativa política. El presidente 47 de Estados Unidos no sólo ganó el voto popular, sino que ha logrado cambiar la narrativa política de manera drástica. En esa narrativa, México pasó de ser un aliado o socio comercial, a ser un adversario o incluso enemigo.

México está en la línea de fuego para los republicanos MAGA. A nuestro país se la tienen cantada por partida triple:

  1. a) La migración que se desborda sobre la frontera común y que es caracterizada como una ‘invasión’ a Estados Unidos;
  2. b) La ingobernabilidad en México, con la violencia desbordada por el control que ejerce el crimen organizado y un gobierno omiso o remiso;
  3. c) La escasa cooperación del gobierno de México en combatir y detener la fabricación y el trasiego de fentanilo a EU.

La disputa contra China permea la geopolítica, la innovación tecnológica, la inversión y el intercambio comercial. No se trata de impedir que México comercie con China; Estados Unidos es el mayor cliente global del gigante asiático. Pero Washington ha definido que en temas sensibles, como sería el ensamblado de vehículos eléctricos chinos para exportar a Estados Unidos, México estaría cruzando una línea roja.

Las deportaciones masivas empezarán desde el primer día. Algunos analistas han señalado que Obama deportó más mexicanos que Trump, pero la verdad es que este último expulsó no sólo a personas que recién habían cruzado la frontera, sino a mexicanos que tenían 20 años en EU e hijos nacidos allá. Trump se propone remover al menos a 400 mil migrantes por año, y más o menos el 40 por ciento de los sin papeles son mexicanos, aunque —inevitablemente— incluirán otras nacionalidades porque para ellos Guatemala, El Salvador y Honduras son ‘tres países mexicanos’.

La imposición de aranceles o tarifas a la importación de productos mexicanos. México es el mayor socio comercial estadounidense, incluso por encima de China. A Trump no parece preocuparle mucho que serían los consumidores estadounidenses quienes pagarían el mayor costo.

No es que la totalidad de los estadounidenses compartan este diagnóstico. Incluso la lectura de Washington sobre cada tema está cargada de sesgos. No valdrán los argumentos que interpongan Bruselas, Kiev, Seúl, Tokyo o Ciudad de México. Lo que puede matizar es la manera de instrumentar estos planes, pues son factores internos de la política estadounidense.

Paradójicamente, tanto Donald Trump como Claudia Sheinbaum tienen a su disposición los tres poderes —el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial— lo que en la jerga política se llama una trifecta. Y en el caso de México se le puede denominar cuatrifecta por apoyarse en una militarización de la sociedad mexicana.

Vienen tiempos aciagos.