11 de Mayo de 2024

Por NINA SALGUERO

Pssss, se me olvidó que tenía que barrerme con huevos de patio, albahaca, yerba del negro, mogüite y todas esas cosas para la mala vibra. Un curita feisbuquero, P. Fernando Cerero Ugarte, a quien no conozco pero que es buena onda y me agregó a sus fans, publicó el día viernes, a las 14.31 horas, “esta mañana ofrecí la Santa Misa pidiendo al Señor la protección de su Sangre para Coatzacoalcos y nuestro estado”. “Las invocaciones del demonio salieron al aire”. Preocupante porque como dijo el Papa Francisco que “con el demonio no se negocia”. El mal existe en todas sus formas y se torna sacrílego cuando se realiza en el marco de la Cuaresma, una etapa de reflexión.

A nosotros, seres imperfectos, se nos otorgó al mismo tiempo el libre albedrío, o lo que es lo mismo, un arma de fuego en manos de un niño de tres años o un saco talla 38 para un bebé, el cual nos queda grande al hacer uso de algo de tan enorme responsabilidad, bueno...para ello existe el discernimiento.

Por cierto y hablando de Cuaresma, da gusto escuchar a los turistas mencionando que hace pocos años, cuando visitaban Tuxpan, muchas veces no encontraban alojamiento; los tiempos han cambiado, pues la industria sin chimeneas no se había consolidado, “hoy podemos hacer reservaciones y probar la comida exquisita y variada de Tuxpan”.

Efectivamente, hace años los particulares acudían a las oficinas de Turismo para destinar alguna habitación amueblada o no, ya que la demanda era tal que los turistas desesperados por pernoctar aunque fuera una sola noche, compraban colchonetas y un ventilador; hoy es diferente, la ocupación hotelera alcanza un 99 por ciento y los visitantes de otros estados se llevan un buen recuerdo de su gastronomía y de sus paisajes maravillosos; pero una industria no se alimenta por sí misma, requiere de una educación y participación de todos los que aquí habitamos, orientar y canalizar a quien requiera una información a las oficinas de Turismo, o en módulos que sin duda se colocarán en los puntos de mayor afluencia.

Dicen que el pobre cuando tiene para comprar carne es Cuaresma, y es verdad, la religión católica lo sugiere; la historia refiere que los cristianos dudaban en comer o no carne sacrificada a los ídolos; posteriormente y de acuerdo al Derecho Canónico, “en la Iglesia Universal son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año”, y como Cristo fue crucificado un viernes, la Iglesia busca unirnos en un solo sentir. Pero también es costumbre consumir mariscos que suben de precio estratosféricamente, alejando al turismo. Algunos expendios suben sus precios que laceran la economía ya del empresario restaurantero, ya de las familias que desean disfrutar de lo que el mar o laguna producen. Para ello existe la Dirección de Comercio que está atenta a esos abusos que puedan surgir en detrimento de la economía tanto familiar como para el turista, mismos que debe pagar precios justos en su consumo.

Bien... pues las treguas se dan tanto en Navidad y creo que también deben ser en Cuaresma. Los precandidatos deben dialogar con la ciudadanía y presentar propuestas nuevas y diferentes, tres de tres, para la de dos y con dos, bien puestos.

A nivel internacional nos damos cuenta de los reveses del “kirchnerismo”, de la derrota de Evo, de la crisis de Maduro y se piensa que la izquierda muere... puede ser que las derrotas sean más que nada periodos de reorganización, a veces darle al contrario el poder resulta más beneficioso que continuar en él en ese lapso, el corazón del pueblo se escucha mejor, según yo.

Chistecito

¡Papá, papá! ¿Te casaste con mami por lo civil o sólo por la iglesia? 

¡Por tu culpa, chamaco!