8 de Abril de 2025

Ricardo Alemán

Resulta inmoral, por donde se vea, que una democracia donde la mayoría de los casi 70 millones de potenciales votantes son pobres, y los partidos sean de ricos.

Resulta grosero e inmoral, que mientras en su declaración de principios los partidos ofrecen la fórmula mágica para sacar a los pobres de su postración, esos mismos partidos sean vulgares parásitos del dinero público; pues arrebatan dinero a los pobres que podría servir para más y mejores escuelas, hospitales, carreteras Partidos ricos y votantes pobres.

Y no sólo es ofensivo, sino grosero e inmoral, que mientras el INE anuncia con bombo y platillos tres nuevos partidos políticos —y confirme que a partir de agosto cada uno recibirá casi 40 millones de pesos para sus gastos en lo que resta de 2014—, miles de niños en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Puebla, Hidalgo y otros estados, no cuenten con lo elemental para comer, no van a la escuela y millones de jóvenes no tienen empleo ni futuro. Partidos ricos y ciudadanos pobres.

Pero el extremo de lo grotesco, ofensivo, grosero e inmoral, aparece a los ojos de todos cuando se compara la insólita paradoja de Morena, de AMLO, al que le dan el registro y casi 40 mdp para los próximos seis meses, mientras que los aliados de Morena —la mafia del CNTE—, bloquean exámenes para profesores en Oaxaca y Michoacán y termina el ciclo escolar con menos del 50% de las clases, con lo que defrauda a millones de niños de esas entidades que en los últimos 30 años han sido condenados a la miseria y el fracaso; sin educación y sin futuro. Partidos ricos y ciudadanos sin futuro.

 

¿Ese es el ideario que propone Morena; condenar a la ignorancia y la miseria eterna a los niños mexicanos? ¿Para eso quiere el registro como partido, para generalizar en el país la mafia CNTE? ¿Para eso tiene aliados como la CNTE, para que los niños de todo el país sufran la suerte de los de Oaxaca y Michoacán? ¿Para eso quiere el dinero público; para que no existen más y mejores escuelas y condenar a la miseria y la ignorancia eternas a las futuras generaciones?

PARTIDOS PARÁSITOS

En efecto, el financiamiento público para los partidos políticos es una práctica legal. Pero eso no quita la categoría de inmoral, ofensiva y grotesca. ¿Por qué en los 80 se decidió el financiamiento público? Los argumentos de entonces fueron engañosos y mentirosos. Los políticos dijeron que con dinero público se evitaría que los procesos electorales fueran financiados con dinero del crimen; con dinero del sector empresarial y que, por ello, el dinero público evitaría que narcotraficantes e intereses empresariales se impusieran en los puestos de elección popular. ¿Cierto o falso?

Luego de 25 años de financiamiento público, el fracaso es evidente. Y el engaño insultante. ¿Por qué? Porque legisladores como Guadalupe Acosta y Alejandro Encinas, hicieron diputado federal al narcotraficante Julio César Godoy. ¿Cuántos narcos más han votado leyes mexicanas? Porque en la última década, alcaldes, diputados y hasta gobernadores michoacanos han sido impuestos por el narco. ¿De qué sirvió el dinero público? Partidos ricos y votantes pobres.

Más evidencias. ¿Cómo debemos entender el fenómeno de las telebancadas? ¿Qué son? Todos saben que son legisladores al servicio de grupos empresariales. ¿Son ilegales? No. ¿Inmorales? Sí. ¿Por qué? Porque llegaron al cargo gracias al dinero público, a pesar de que representan a tal o cual interés económico. ¿Entonces de qué sirvió el dinero público? Pues para hacer familias felices; las familias dueñas de los partidos. Ciudadanos pobres y partidos ricos.

Lo cierto es que el financiamiento público de los partidos en México no ha servido para impedir que dinero del crimen se meta en las elecciones y produzca legisladores y gobernadores vinculados al crimen. Tampoco ha impedido que gobernadores sean producto del dinero empresarial.

¿Cuántos alcaldes, diputados, senadores, gobernadores o potenciales candidatos son financiados por los grandes intereses económicos? ¿Cuántos políticos que ostentan un cargo popular recibieron financiamiento de Carlos Slim, por ejemplo? Todo eso, mientras el dinero público se despilfarra en partidos y no se usa en escuelas, hospitales, carreteras.

CORRUPTAS EMPRESAS FAMILIARES

Todos saben que buena parte de los partidos políticos son groseras empresas familiares. ¿Lo dudan? ¿Cuántos años llevan medrando con la dirigencia del PVEM los González Torres; Alberto Anaya del PT; Dante Delgado con el Movimiento Ciudadano, y la profesora Gordillo del Panal.

¿Cuántos miles de millones de dinero público se entregó a esos partidos? ¿Cuánto de ese dinero lo han usado para fines electorales? ¿Cuánto de ese dinero está en las arcas de las familias dueñas de esos partidos? Todos saben que El Niño Verde vive como virreyzuelo ¿De dónde, si nunca ha trabajado? Alberto Anaya tiene a toda la familia en el PT. Más aún, un pleito marital tiene al patriarca en un juicio para repartir los bienes. ¿Y qué decir de Dante Delgado, que según testimonios, daría candidaturas a cambio de dinero?

A esas familias —que literalmente ganaron la lotería—, debemos sumar a los nuevos ricos; las familias del Partido Humanista y del Partido Encuentro Social y, sobre todo, a la familia de AMLO, dueño de Morena. ¿Alguien duda que es el verdadero dueño de Morena? Lo cierto es que en esa empresa familiar —de la que Martí Batres no es más que el gerente—, no se mueve una hoja del frondoso y rico árbol sin el aval del mesías. Pero vale reiterar en las dudas de siempre.

¿De qué vive AMLO, si lleva ocho años sin trabajar? ¿Quién paga las cuentas familiares como renta, luz, agua, teléfono, despensa, alimentación, gas, gasolina?  ¿Quién paga los frecuentes viajes en avión, por carretera y hasta en patín del diablo? ¿Quién paga la vida de ricos de los hijos? ¿Quién pagó los viajes para recorrer el país, en la construcción de Morena? ¿Quién mantuvo a Martí Batres, mientras no cobraba el gordo de la lotería? Sin duda políticos de cuello blanco. Partidos ricos y ciudadanos pobres. ¿Hasta cuándo? Al tiempo.