18 de Abril de 2025

El arte de las piñatas, un legado familiar

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  • Transforman papel, globos y engrudo en verdaderas obras de arte

Redacción

Poza Rica

Desde hace 20 años, María Isabel y su esposo, don Ignacio, transforman papel, globos y engrudo en verdaderas obras de arte. Ellos se dedican a la elaboración de piñatas, una tradición que en temporada decembrina cobra vida con más intensidad; se trata de un oficio heredado a su familia por lo que no sólo es una fuente de ingresos, sino también un símbolo de unión y creatividad.

Cada mañana, la pareja inicia su jornada inflando globos y preparando el engrudo, un proceso que requiere paciencia y precisión. “Es un arte”, aseguró María Isabel mientras da forma a las piñatas.

Tras cubrir las estructuras con papel, las dejan secar durante horas o incluso días, dependiendo del clima. Más tarde, con esmero, colocan los picos, enchinan el papel y las adornan con colores vibrantes. El resultado final: piñatas que se venden entre 80 y 90 pesos al mayoreo o 120 pesos por pieza.

En estas fechas, la pequeña casa-taller se llena de vida. Los hijos, la nuera y los nietos de María Isabel se han sumado al negocio familiar, colaborando en cada etapa del proceso.

“Es bonito que todos trabajemos juntos, especialmente en Navidad, cuando hay tantas posadas y fiestas”, comentó con orgullo. Las piñatas no sólo decoran hogares o acompañan festejos infantiles, también son un elemento esencial en las celebraciones de fin de año.

Con más de 100 piñatas elaboradas en esta temporada, la familia de María Isabel mantiene viva una tradición que no sólo aporta sustento, sino también alegría a quienes adquieren sus productos. Para ellos, cada piñata es mucho más que papel y engrudo, es una pieza que lleva consigo el amor, el esfuerzo y la dedicación de toda una familia.