Por otra parte, destacó que si se quisiera que el campo funcione con este tipo de recursos, estarían al alcance de todos, de esta manera, la producción real de maíz, por ejemplo, estaría bien contabilizada, ya que un apoyo de 930 pesos no alcanza para producir 6 toneladas de maíz en una hectárea, y añadió que este tipo de créditos y proyectos, en donde la garantía es la producción final, deben de tramitarse vía electrónica, pero lo peor es que solicitan que el 50 por ciento del recurso sea pagado por el mismo campesino, es decir que si solicita 10 mil pesos, este debe de buscar 5 mil pesos que no tiene, lo que origina deudas impagables para el campesino.
Además destacó que muchos jóvenes campesinos han optado por irse a las ciudades a buscar empleo, que en su mayoría son mal pagados y explotados o en todo caso se van a la frontera a intentar se parte del llamado sueño Americano.
Razón por la que Mercado Hernández, solicitó al Ejecutivo Federal, vía oficio, a que reconsidera las reglas de operación y que estas sean establecidas no desde el punto de vista de un funcionario detrás de un escritorio que defiende su sueldo y su puesto, sino desde el trabajo del agricultor, quien labora de sol a sol para poder mantener a su familia.