Destacó que la educación es el mecanismo para lograr el cambio en materia de derechos humanos, por lo que los hechos violentos y masacres no son meros accidentes de la historia, son ocurridos porque los gobiernos han tomado decisiones que permiten se perpetúe la discriminación y persecución a grupos minoritarios, por lo que la mejor forma de evitar genocidios es detectar a tiempo las señales de alarma, como el odio, el rechazo, intolerancia, xenofobia y prejuicios que atenten contra la dignidad humana.
En su exposición Lidia Ortiz Zeguera, descendiente de rusos, compartió su visita a los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau en Polonia, en donde encontró banderas mexicanas, y existe una construcción llamada “Méxiko” en la cual se asesinaron a miles de Latinoamericanos, además de relatar que ahora estas estructuras son museos, por lo que es impresionante es observar las piedras que son tumbas de aquellos que murieron bajo el yugo nazi.
Además de la conferencia magistral de Mario Rivas Ortega, los jóvenes pudieron ver imágenes inéditas de lo que sucedía a los judíos y no judíos en los campos de concentración, dónde trabajaban, lo mal que los alimentaban y cómo morían bajo torturas; también participó Gabriel Cruz Reyes, representante del Club Caimanes, el cual abordó la discriminación a las personas con discapacidad y de representantes del Comisión Estatal de Derechos Humanos.
