Tehuipango ocupa el segundo lugar estatal y el doceavo nacional por su índice de marginación. Por ello, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) puso en marcha allí el Programa “Adiós a la pobreza”. Como parte de su estrategia, distintos voluntariados trabajan para llevar beneficios–además de los gubernamentales– a alguna de las 56 comunidades del municipio.
Al Voluntariado de la LXIII Legislatura del Estado corresponde apoyar a las comunidades de Tepetlampa y Cimarrontla. Para reunir fondos que permitan realizar alguna obra –consensuada con los propios habitantes– se celebrará una cena-show este viernes 3 de octubre, en el Museo Interactivo de Xalapa (MIX), con la original Sonora Santanera.
NO HAY INSEGURIDAD
Para llegar a Tepetlampa, a partir de la cabecera municipal de Tehuipango, hay que superar durante media hora algunos cerros y valles donde sobresalen plantaciones de maíz y frijol salpicadas de árboles frutales silvestres. Un camino pavimentado, angosto y curveado, escala la montaña hasta llegar a la entrada del pueblo: un caserío disperso donde los techos de lámina brillan con el sol matutino, entre la bruma.
Menos de cien familias pueblan la zona y sus pequeñas chozas de madera se pierden entre los pinos. Dos maestros “multigrado” –bilingües– atienden la Primaria y uno más el Jardín de Niños. Ellos cuentan que aquí no hay violencia ni alcoholismo: “la gente es buena” y las mujeres cuidan mucho a sus hijos.
CUALQUIER AYUDA CUENTA
En el lado opuesto se encuentra Cimarrontla, con 350 habitantes y un camino de terracería que dificulta la comunicación con la cabecera municipal, sobre todo en época de lluvias. Para recorrer la comunidad hay que estar dispuesto a “batir lodo” en las veredas que conducen hacia las casas, también dispersas.
A simple vista no se percibe movimiento. Ni vehículos, ni tiendas, ni Iglesia. Sobresale una escuelita, con su cancha que bordean tres salones, en los que 53 niños estudian la Primaria y otros 20, Preescolar. Su destino, en pocos años, será cortar caña y recolectar café o emigrar. Por eso –dice el Profesor Manuel Orea–, cualquier ayuda que pueda llegar, es buena.
PROGRAMAS SOCIALES
Con la aplicación de “Adiós a la Pobreza”, las familias de las comunidades de Tehuipango reciben beneficios. Obtuvieron ya receptores de agua para uso doméstico y estufas ecológicas, como las 55 entregadas en Tepetlampa en días pasados. Se contempla también dotarlas de materiales para los techos y pisos de sus casas.
Una promotora reúne a un grupo de mujeres, que conversan en su lengua. De acuerdo con la traducción, hablan de la necesidad de encontrar una mejor forma de vida que permita arraigar a sus familias, porque duele ver partir al esposo o a los hijos, sobre todo cuando ya no regresan.
Quieren trabajo, una vida digna… y más palabras en español.