Y es que a pesar de que las constructoras cumplan con los requisitos que exigen las convocatorias y el proyecto en sí para participar en la construcción de obras en este año, lo que le interesa y busca afanosamente el funcionario público es favorecerse de las prebendas a las que cree que puede acceder con los inversionistas.
La presencia de Arturo Barquin Almora en el Ayuntamiento contrapone las políticas de trasparencia y honestidad con la que se vienen desempeñando las autoridades locales, dejando mucho que desear con sus pretensiones económicas con los del ramo de la construcción.
Como se recordará, de la ciudad petrolera de Poza Rica no salió en buenos términos en la pasada Administración Municipal, donde se desempeñó como supervisor de obras y su negro historial de estela de corrupción lo trae acuestas en sus espaldas y del que difícilmente se deshará.
Arturo Barquin Almora, pretende venir a hacer de las suyas a este municipio, “apretando a los constructores” para que cubran su respectiva cuota para dejarlos trabajar en las obras que les hayan asignado, de lo contrario busca hacerles la vida imposible hasta orillarlos a soltar el dinero.
Sus más cercanos colaboradores han podido percatarse como representantes de constructoras van y vienen, poniéndoles un sinfín de obstáculos hasta lograr fastidiarlos para que cedan a sus pretensiones económicas a la que él está muy mal acostumbrado.