Al aprender a convivir armoniosamente y observar ciertas normas, afirmó, los pequeñitos se alejan del trato violento que en algunas escuelas se ha llegado a ver. “Se van sensibilizados desde temprana edad, aprenden que agredir a un compañero no es bueno, se les hacen ver las consecuencias de actuar inadecuadamente”, explicó. Dichas conductas se les fomentan con carteles visuales, porque aún no saben leer, mediante imágenes, y también con videos.
Para concluir aseguró que los niños a esa edad tienen enorme capacidad de retención y reflexión: si se les dice que una cosa no se hace y ven al adulto hacerla, se lo recriminan, es decir, entienden lo que se les está fomentando; por ello “es importante que se vuelvan sensibles y a través de esa sensibilidad, pueden expresar sus sentimientos” a través del canto, baile, dibujo e imitación de sonidos de animales. Es una forma de darle al alumno la oportunidad de desarrollar habilidades que de otro modo no descubrirían que tienen.
