“El papel de una institución educativa debe ser, ante todo, el poder formar personas en dos vertientes: en el aspecto profesional y en el aspecto personal, integrando valores; el joven va a buscar un ambiente donde pueda desarrollarse, debemos ofrecerles una oferta educativa que le puede satisfacer en diferentes áreas”, opinó el conocedor del desempeño escolar.
En ese entendido, los resultados para los que se preparan podrán ser satisfactorios, donde la generación de empleo será una prioridad y la competencia laboral será equitativa, ya que al saber las instituciones y los catedráticos conducir a los alumnos hacia la mentalidad empresarial, será mayor la oportunidad del egresado.
