Añadió que en el plantel cuentan con un acervo de 200 libros que pueden ser hojeados por niños de entre tres y cinco años, quienes una vez por semana reciben una clase en la Biblioteca de media hora de duración, pero cuando les gusta un libro, pueden llevárselo a casa prestado; asimismo, aseguró, muchos de ellos se acercan a solicitar algún libro durante la hora del receso, lo cual indica que son objetos que les atraen, sólo falta reforzarles el hábito de leer.
Para finalizar, sugirió a los padres de familia que no obliguen a sus hijos a leer, sino que los inviten a hacerlo y siempre tengan en casa libros a su disposición, acordes a su edad, para que puedan hojearlos cuando lo deseen, en lugar de ponerlos frente al televisor para que se entretengan cuando ellos tienen algo que hacer, cual es la costumbre en estos tiempos. El ejemplo de los padres, en esto, como en todo, es fundamental, concluyó.
