La especialista enlistó algunas como la dificultad para relacionarse con los demás, el mentir, inventar fantasías, manipular todo a su conveniencia, entre otras que “son señales de que algo no está funcionando de manera adecuada en el comportamiento de nuestro hijo”, explicó.
Es por ello que se debe conocer la forma en que se vincula un pequeño en los núcleos sociales, sólo que al encontrar esas características no se debe sentir temor o cerrarse a la búsqueda de una solución, sino buscar alternativas “para brindarle a nuestro hijo la mejor asesoría”.
Por lo tanto una persona que no tiene límites “desafortunadamente va a conflictuar el entorno social en donde se desarrolla”, afirmó Sequera Gallardo, por ello la importancia de armarse de herramientas necesarias para el establecimiento de esos límites para los hijos, mantener una comunicación efectiva y una escucha activa de las necesidades que pudieran presentar.
Si algún tutor descubriera que el menor tiene algunos síntomas encaminados a la violencia podrán acudir al Módulo de Salud Mental ubicado en Santiago de la Peña, en la calle Aquiles Serdán número 4, donde podrían tener un punto de partida para saber cómo ayudar a quien pudiera tener algunas características psicopatológicas que puedan desencadenar conductas criminales, aunque en la mayoría de los casos se generan por casos ocurridos en el seno familiar.
