Con dicha estrategia se brinda orientación a la mujer durante el embarazo, el parto y el puerperio o cuarentena, porque aunque son eventos naturales, algunas pueden enfermar o presentar complicaciones que se convierten en urgencias obstétricas y podrían terminar con la muerte de la madre y del bebé.
Según autoridades sanitarias, muchas mujeres no acuden a las unidades de salud porque no tienen información suficiente para distinguir cuáles de los cambios que ocurren en sus cuerpos son normales y cuáles no. Ellas mismas y sus familiares creen que los dolores de cabeza, hinchazón de pies, cara y brazos, mareos, vómito y otros malestares son normales o pasajeros, y desconocen las enfermedades que anuncian y el peligro que representan.
Tales síntomas son señales de complicaciones que deben ser vigiladas y atendidas por personal especializado en la unidad de Salud, por lo que es imprescindible que la embarazada sepa a dónde dirigirse, a quién avisar y a quién pedir ayuda en caso de que se presente una emergencia, y también para la atención del parto, sobre todo en comunidades rurales y serranas.
Por ello es conveniente que la embarazada tenga anotados todos sus datos en un documento: nombre, edad, fecha probable del parto, nombre de su madrina obstétrica, etcétera, así como información de quién o quiénes la pueden apoyar para trasladarla al hospital en caso de urgencia y las unidades de Salud que pueden atenderla, realizando este plan de seguridad en conjunto con la mujer embarazada, su madrina obstétrica y personal sanitario, habiéndose logrado abatir el índice de mortalidad materna mediante la estrategia.
