Asimismo, subrayó la necesidad de una transformación social desde el espectro individual y que impacte en lo colectivo, en lo cual mucho tienen que ver las familias, ya que nada pueden hacer las instituciones educativas si desde la casa los niños y jóvenes no llevan valores firmes, que vayan a permitirles convertirse en ciudadanos íntegros. “Los buenos hábitos que a los jóvenes se les inculca en el hogar, evitarán muchos conflictos sociales”, aseveró.
“Como individuos debemos estar conscientes de que si queremos una mejor sociedad, la debemos transformar nosotros mismos, desde nuestra propia casa; también las instituciones debemos hacer lo propio y aplicar los valores del respeto y la honradez”, concluyó, para que haya instituciones con principios, con valores, con ética y fundamentos sólidos.
