Alrededor de 100 llamadas de las que reciben al mes en la Central de Bomberos, aseguró, son bromas de niños que a veces marcan desde sus escuelas, lo cual se nota porque se escucha la chicharra para regresar a las aulas, aunque la cifra de burlas telefónicas aumenta durante la época vacacional, cuando los menores se quedan mucho tiempo ociosos en sus casas, celular en mano, por lo que el exhorto a los padres es que supervisen qué números marcan sus hijos.
Por una parte, añadió el Comandante Nicolás Mogollón, sería bueno que los tengan entretenidos en actividades deportivas o culturales, y por otra, que les revisen las llamadas que hacen, y si ven que andan marcando números de emergencia, les expliquen lo reprobable de su conducta, porque al acudir velozmente los elementos a brindar el auxilio, pueden atropellar sin querer a alguien que se atraviese e ir a la cárcel, o bien tener un percance y quedar mal de salud o hasta perder la vida, y todo por una broma, concluyó.
