25 de Septiembre de 2024

Vecinos claman ayuda

 

Aunado a ello, al circular camionetas grandes y camiones repartidores de refrescos, levantan “olas” de agua lodosa que impactan contra sus viviendas, cuyas ventanas tienen que mantener cerradas porque cada vehículo que pasa, les avienta una mezcla de lluvia y tierra que ensucia el mobiliario, aparte de  las paredes exteriores y los vidrios de las ventanas.

Hace algún tiempo, dijo, abrieron una zanja paralela al cementerio, pero nunca funcionó, añadiendo que muchos vehículos se han descompuesto en el lugar, debido a que se les mojan los cables de las unidades.

 

Y es que a pesar de que cerca hay una zanja que se supone es para que fluya el agua pluvial, esta se encuentra completamente atascada de basura, constituyendo incluso un verdadero foco de infección para el vecindario, razón que ya han expuesto a las autoridades de ecología, sin embargo la regidora de ecología Kenia Orellan, nada hace para resolver esa situación y mientras tanto la problemática sigue.