DE LA REDACCIÓN
Como ineficiente y tolerante a la corrupción de sus subordinados es catalogado Jaime Huesca Gómez, Director de Tránsito, a quien dicho cargo le permite “manotear” dinero a través de las cuotas exigidas a chóferes para circular, hacer sitio o estacionarse en lugares prohibidos, sólo porque hay más flujo de ciudadanos.
De hecho, advierten algunos trabajadores del volante que esta próxima Semana Santa, Tuxpan está en riesgo de colapsar en sus vialidades debido a su “puntada” de cambiar el sentido de avenidas, a escasos días de la época de Semana Santa.
A pesar de haber estado involucrado en escándalos como la dudosa autenticidad de su título profesional, problemas de alcoholismo y por las marrullerías dentro de su partido, el PRI, intenta desde esta trinchera resolver sus problemas económicos.
Su ineficiencia e incapacidad como servidor público quedan reflejadas en el desbarajuste vial que existe en Tuxpan, gracias a la complacencia que él mismo fomenta entre trabajadores del volante, a quienes permiten hacer sitios, realizar ascenso y descenso de pasaje donde no está permitido, entre otras anomalías, a cambio, entre secreto a voces que corre por los mismos transportistas, de cuotas que le tributaría a través de los agentes de Tránsito.
Con la pretensión de compensar las irregularidades ocurridas en la dirección que encabeza, mando a pintar balizas y pasos peatonales que no son respetados, ante el caos vial que le espera a Tuxpan en los próximos días, en los que se prevé la llegada de una oleada de visitantes.
Otro reflejo de su ineficacia es que Huesca Gómez no ha podido revertir las estadísticas emitidas por el Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes (COEPRA), que revelan que Tuxpan continua ocupando los primeros lugares en accidentes viales.
Además, por su escasez de modales y su prepotencia, lo han colocado como uno de los funcionarios más cuestionados en el Gobierno local.
