1 de Octubre de 2024

Desordenada imagen de la zona de playa

-A escasos días de la Semana Santa

Por PAOLA ELIZALDE

Obras de Gobierno y particulares a medio terminar, letreros amarrados con mecates, traspatios de restaurantes desordenados, sucios y hasta con vehículos abandonados, palapas desalineadas, zona de rodamiento que no debería existir, estructuras abandonadas, negocios obsoletos, además de un “enjambre” de franeleros recibirán al turismo durante esta Semana Santa en la playa de Tuxpan.

Aunado a lo anterior, hoteleros tuxpeños han advertido que prevalecen las quejas de visitantes en torno al mal servicio y la falta de implementación de mecanismos modernos de cobro, como la facturación electrónica, que están dando al traste con uno de los máximos atractivos con que cuenta Tuxpan, que lucha ahora, tras la apertura de la Autopista México-Tuxpan,  en competir con los destinos turísticos más importantes del país.

Obras como el llamado “andador turístico”, proyecto que fue reportado con un costo de ocho millones de pesos durante la Administración Municipal de Jerónimo Folgueras Gordillo, sigue durmiendo “el sueño de los justos” y continúa enterrándose, asomando sólo estructuras oxidadas y descuidadas de esta mal planeada edificación, que a decir de palaperos de la zona, el único uso que se le da es el robo de los adoquines que aún están en buen estado.

La palapa que alguna vez perteneció a Petroleros Mexicanos (PEMEX), escenario de festejos exclusivos, hoy luce en pleno abandono, víctima del paso de los años y de fenómenos naturales que casi derrumbaron su estructura, está convertido en un “elefante blanco” en el lugar.

Otra de las obras que está destrozando la belleza natural de la imagen de la playa son las estructuras metálicas piramidales que alguna vez pretendieron ser módulos de información, hoy están convertidas en foco de contaminación debido al acelerado grado de oxidación que presentan, cuyas partículas se esparcen en el ambiente.

A estas edificaciones abandonadas del Gobierno se suman las particulares, la gran mayoría en obra negra de lo que pretendían ser hoteles, casas de huéspedes o restaurantes, cuyos dueños por falta de liquidez pararon los trabajos, dejándolos abandonados o en calidad de espera indefinida.

Si bien durante la pasada Administración Municipal se logró concretar una de las peticiones más reiteradas por prestadores de servicio de la zona, como lo es el boulevard turístico del Faro hasta Playa Azul, prevalece una imagen deprimente en la mayoría de los traspatios de la zona, que al ser además área de vivienda de algunos trabajadores del lugar, lucen desordenados, sucios, con vehículos abandonados, hasta con tendederos de ropa que sin duda representan un mal aspecto al visitante que transite por el lugar.

Por su parte, la Asociación de Hoteles y Moteles de la Huasteca ha registrado que entre las quejas que dejan sus huéspedes coinciden en que la mayoría están originadas en la zona de playa, donde a los clientes de los restaurantes los hacen esperar demasiado a la hora de solicitar un platillo, otros no cuentan con facturación electrónica o servicio de Wifi, requerimientos que hoy en día son indispensables para los visitantes en la actualidad.

En tanto que la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Tuxpan ha advertido dicha situación adversa, por lo que a través de un proyecto piloto busca que los restauranteros de la zona se adhieran para que puedan prestar servicios integrales desde los fiscal hasta internet en sus negocios, con la finalidad de modernizarse; sin embargo, sólo un empresario del lugar aceptó dicho reto. 

El organismo empresarial también reveló que indebidamente esta playa es la única quizá del país que cuenta con una zona de rodamiento de vehículos que no debería tener a unos pocos metros de la orilla del mar, esto con la complacencia de autoridades federales, quienes también habrían obviado alinear a los palaperos de la zona, que en esta temporada acordaron cobrar 250 pesos por la renta de su espacio.