-Adelantar o atrasar una hora el reloj, no refleja cambios en los montos a pagar por consumo de energía eléctrica, por lo que no le ven nada favorable a esta dinámica
Por Ángel Estévez
Desde su implementación en 1996 el cambio de horario, según estimaciones de la Comisión Federal de Electricidad, se ha logrado un ahorro significativo en los costos del servicio de luz eléctrica, sin embargo, mediante un sondeo realizado para conocer la opinión de las personas, se pudo constatar que a nadie le gusta atrasar o adelantar la hora, puesto que su recibo sigue trayendo impresas las mismas cantidades a pagar y por el contrario, sólo provoca descontrol en las rutinas diarias.
Gilberto Herrera, quien durante 21 años se ha desempeñado como velador, asegura que él paga lo mismo, aunque sea horario de verano, temporada en la que se supone oscurece más tarde y por ende no es necesario encender los focos de su casa; “eso que dicen del ahorro de la energía no es cierto, a lo mejor para las grandes empresas sí pero para nosotros los ciudadanos no representa nada”, comentó.
Un caso similar ocurre con Sabino Ramírez, un joven que piensa que el ahorro tal vez se dé a gran magnitud, por ejemplo en lo que se refiere al alumbrado público porque durante el horario de invierno el sol sale más temprano y cuando salen a trabajar o a la escuela no es necesaria la luz que gastan las lámparas de la calle, también se puede ver reflejado para alguien que administra una compañía que requiere de mucha energía eléctrica para sus operaciones, pero en las casas pequeñas como la de él, no representa un ahorro.
Por su parte Helena Contreras, una joven que se encontraba en la búsqueda de un empleo, comentó que en su casa no se ahorra nada y enfatizó que deberían dejar el horario que anteriormente se había manejado, es decir, el horario de invierno, para no alterar las actividades rutinarias, principalmente en los menores de edad, ya que cada cambio, deben adaptarse a una nueva dinámica.
