En la lucha libre, varios accidentes han costado la vida a luchadores
El Hijo del Perro Aguayo, el último gladiador que perdió la batalla
AGENCIAS
México
Al ser un deporte de contacto, la lucha libre implica riesgos que pueden ir desde una lesión hasta la muerte. El Hijo del Perro Aguayo fue el último gladiador que perdió la vida después de participar en una lucha, pero no ha sido el único.
Una de las muertes más recordadas es la del luchador Oro, quien el 26 de octubre de 1993 falleció en la Arena Coliseo. Tras un golpe que lo hizo caer sobre su cabeza, el joven de 24 años sufrió un derrame cerebral que le costó la vida.
Otra muerte muy recordada se suscitó en 1979, cuando Sangre India fue sacado del cuadrilátero por uno de sus rivales y cayó de cabeza, lo que minutos más tarde desencadenaría su muerte, en vestidores.
El veterano luchador Ángel Azteca falleció en 2007 a causa de un paro respiratorio; aunque no lo sufrió arriba del ring, sí fue un par de horas después de participar en una función, que colapsó.
El caso más reciente fue en 2012, con el luchador Cometa Tapatío, quien recibió un castigo en la cabeza que le dañó las cervicales y, aunque fue trasladado a un hospital, falleció.
La WWE no se ha salvado de vivir un episodio de este estilo. El 23 de mayo de 1999, Owen Hart se disponía a ingresar al ring atado a un cable desde el techo, sin embargo el chaleco de seguridad se soltó y el luchador cayó aproximadamente desde 24 metros de altura, lo que le ocasionó la muerte.
Otros accidentes recordados que, aunque no costaron la vida de luchadores, sí terminaron con carreras deportivas, fueron los de Pentagón y Hayabusa, quienes tuvieron que abandonar los cuadriláteros tras desafortunadas experiencias.
El Hijo del Perro Aguayo se unió a esta desagradable lista, tras sufrir un traumatismo cervical que pudo ocasionarle un paro cardiorrespiratorio, el cual finalmente le arrebató la vida.