Adán Augusto, el gran operador
MARIO MALDONADO
Adán Augusto López es el gran operador de Andrés Manuel López Obrador. Desde que llegó a la Secretaría de Gobernación, el presidente le ha encargado todos los asuntos relevantes de su gobierno: en los que tiene interés personal. La mano suave del tabasqueño y su imagen bonachona, que contrasta con la dureza y estridencia de su paisano y “hermano”, le han permitido lograr, hasta ahora, resultados positivos.
En casi un año que lleva como secretario y mano derecha de AMLO, Adán Augusto ha conseguido algunos triunfos en el Poder Legislativo y Judicial; también se ha metido en la operación electoral, además de que se ve y se siente presidenciable.
Uno de sus primeros cabildeos exitosos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue para mantener vigente la Ley de la Industria Eléctrica que privilegia a la CFE sobre las empresas privadas. Apenas logró que no se declarara inconstitucional con cuatro votos. Previo a la votación, el secretario se reunió en privado con cada uno de los ministros. Terminaba sus reuniones con un: “Esto es muy importante para el presidente”.
Más recientemente, Adán Augusto también operó para evitar que pasara el proyecto del ministro Luis María Aguilar –apoyado por el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar–, que pretendía eliminar la prisión preventiva oficiosa y obligaba a los ministerios públicos a justificar la medida cautelar ante los jueces. Si bien la negociación no recayó por completo en el secretario de Gobernación y se rechazó el proyecto con más de cuatro votos, el titular de Gobernación sí influyó en la decisión de algunos ministros y ministras.
Al tabasqueño también se le puede atribuir la propuesta del PRI para extender hasta el 2028 el mando militar de la Guardia Nacional y la votación favorable de la mayoría de los diputados y diputadas del partido supuestamente opositor. En este caso, la mano suave de Adán Augusto se convirtió en una que ofreció impunidad momentánea al presidente del PRI, Alejandro Moreno. A sabiendas de los escandalosos audios que estaba por exhibir la gobernadora Layda Sansores contra Alito, este decidió aceptar el pacto y doblegarse.
La próxima gran operación es en el Senado. En esta cámara, Adán Augusto la tiene más difícil, pues la mayoría de los legisladores priistas no obedecen las órdenes de Alito; al contrario: lo quieren fuera de la presidencia del tricolor y le han hecho el vacío en reuniones plenarias. El coordinador de los senadores del PRI, Miguel Osorio Chong, lleva la voz cantante de la disidencia, a pesar de que desde el gobierno ya le han enviado varios mensajes sobre investigaciones.
La semana pasada el secretario de Gobernación se reunió con Ricardo Monreal, el líder rebelde de Morena, con quien buscó limar asperezas a nombre de su jefe, el presidente López Obrador. ¿El objetivo? Que le ayude a convencer a los 11 o 13 legisladores que se calcula necesitan de la oposición para sacar la reforma constitucional de la Guardia Nacional.
Hasta hoy no se ha logrado convencer a los legisladores priistas. Los más reacios a apoyar la iniciativa que propuso el PRI son Miguel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga, Sylvana Beltrones y Beatriz Paredes. De las dos últimas se cree que pueden sumarse al bloque a favor; la primera porque a pesar de que su padre Manlio Fabio Beltrones no está contento con Alito, le debe el escaño; y la segunda, si bien en su momento fue cercana al presidente del PRI, hoy aspira de nueva cuenta a convertirse en su lideresa.
El resultado de esta operación y la que vendrá con la reforma electoral será definitorias para el futuro del hijo del notario Payambé López Falconi, quien en los años 80 apoyó a López Obrador en la fundación del PRD de Tabasco.
Adán Augusto López, no se tenga duda, quiere quedarse la candidatura de Morena y competir en el 2024. El presidente le ha puesto varias tareas antes de dejarlo correr libre tras ese sueño.