La verdadera historia de YouTube y la Cámara de Diputados
LUIS CÁRDENAS
La semana pasada en la Cámara de Diputados, en medio del calor de la discusión por la Reforma Constitucional que podría dejar a los militares en las calles hasta el 2028, el panista Santiago Torreblanca dijo: “Esa Constitución con la que se limpian el culo”.
Horas después, el canal de YouTube de la Cámara de Diputados fue dado de baja temporal por haber incurrido en violaciones de las “normas comunitarias de la plataforma”. De inmediato, el Coordinador de Morena en la Cámara, Ignacio Mier, aprovechó el incidente para lanzarse contra Torreblanca y culparlo por el incidente: “Sí, digamos que atentó contra las políticas de YouTube, yo creo que contra los oídos de cualquier mortal, ¿no?”.
Sin embargo, la historia es un poco diferente a lo que pudiera leerse como un acto de censura o extrema moralina de Google para con el lenguaje florido, la realidad es que ¡les secuestraron el canal a los administradores de la Cámara de Diputados!
Tal cual, de acuerdo con fuentes cercanísimas al tema con las que pude hablar, la baja de la plataforma ocurrió porque debido a la vulnerabilidad de seguridad del canal, responsabilidad de la misma Cámara de Diputados, pudo hacerse una transmisión en vivo con contenido fraudulento que nada tenía que ver con el debate político sino con un video que promociona criptomonedas con la intención de robar datos y engañar a los usuarios víctimas de la estafa.
“Alguien”, supuestamente ajeno a la Cámara, pudo hacerse de los accesos del canal para transmitir un contenido que nada tenía que ver con el trabajo legislativo e intentar llegar, y estafar, a los más de 456,000 suscriptores con los que cuenta. Sin embargo, el algoritmo pudo detectarlo y bajar la transmisión y todo el canal de forma automática, tal y como si se tratara de un contenido ilegal como, por citar un ejemplo, la pornografía infantil o un hecho de extrema violencia.
Después de garantizar que los administradores del canal hubieran cumplido con las normas de seguridad requeridas, YouTube volvió a subir todo el contenido.
Entonces, que Torreblanca haya dicho o no la palabra “culo”, no fue la causa de la baja, más claro: esto no es un asunto de censura sino uno de probables ciberdelincuentes.
Al parecer, el video que detectó el algoritmo ha sido usado ya anteriormente para que mediante promesas falsas y un código QR que aparece en la pantalla, el usuario deposite su dinero con la promesa de hacerse millonario para luego darse cuenta de que todo es una vil estafa.
¿Será que los administradores del área digital en la Cámara de Diputados son tan ingenuos, por no decir torpes, como para permitir una vulneración en su seguridad de ese tamaño?, ¿o será que “alguien” permitió la intrusión con la intención de ganar dinero sucio? Le apuesto que el tema terminará debajo de la alfombra… Aquí no pasó nada.