24 de Noviembre de 2024

Los bancos centrales ante la inflación

PABLO ICAZA

La semana pasada la Reserva Federal (Fed) decidió elevar la tasa de interés de fondos federales 75 puntos base (75 pb) o 0.75% por tercera ocasión consecutiva, para llevarla a un rango de 3.0-3.25% y dejó entrever que seguirá haciéndolo en lo que resta del año hasta 4.5%. La Fed ha planteado contundentemente que no dejará de elevarla, aunque ello pudiese provocar una recesión, hasta que no logre que la inflación regrese a los niveles que considera adecuados y para ello busca anclar las expectativas inflacionarias.

Acto seguido, diversos bancos centrales replicaron la decisión del banco central de Estados Unidos. Sin embargo, comenzó a surgir la preocupación de que movimientos agresivos por parte de estos para combatir la inflación que en gran parte es importada, podría generar una recesión mundial, ante una sobre reacción y efecto en cadena.

Por su parte, la libra inglesa se devaluó frente al dólar, acelerando su caída el viernes pasado ante el rechazo de los inversionistas a la decisión del gobierno de la primera ministra Liz Truss, de rebajar los impuestos e incrementar los subsidios a los energéticos con la intención de frenar la recesión y enfrentar la carestía para los hogares. Sin embargo, la medida causó precaución porque además de comprometer las finanzas públicas, ocasiona inflación al impulsar la demanda agregada, en momentos en que el Banco de Inglaterra busca hacer exactamente lo contrario. Esto es, parecería que la política fiscal neutraliza los esfuerzos de la monetaria y eso es lo que los mercados castigaron llevando a la libra a su nivel más bajo en 37 años al principio de la semana.

La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) va a tomar hoy la decisión sobre la tasa interbancaria a un día. Seguramente replicará el movimiento de la Fed de 75, llevándola al nivel de 9.25%. Si bien es cierto, las tasas de los créditos bancarios no lo hacen con la misma velocidad y en la misma proporción, el efecto se dejará sentir más pronto que tarde. No hacerlo implicaría ocasionar una depreciación del peso, lo que generaría presiones mayores por la inflación importada, además de que podría dañar la credibilidad de la autoridad monetaria.

Por otra parte, si bien la inflación medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor en la primera quincena de septiembre, ya se ubicó en 8.76% en variación anual, ligeramente menor al 8.77% de la segunda quincena de agosto, la subyacente, esto es, la que elimina componentes volátiles o de precios administrados, siguió subiendo y llegó a 8.27%, lo que seguramente llevará a convencer a la mayoría de los integrantes de la junta de Banxico a subir la tasa.

En muchas ocasiones las decisiones de política económica son en disyuntiva (trade-off). Al subir la tasa interbancaria, se defiende al peso y reduce la inflación al repercutir sobre la demanda agregada, porque el encarecimiento del crédito reduce el consumo y la inversión ocasionando menor crecimiento. Pero en contrapartida, encarece el endeudamiento interno y en particular la deuda pública. Lo que ha destacado la Fed es que entre evitar una recesión o reducir la inflación ha preferido esta última; el Banco de Inglaterra también, pero sus esfuerzos han sido neutralizados por el Tesoro. Por ello es importante que las autoridades monetarias y hacendarias estén coordinadas.

Los movimientos de las tasas de interés son, en buena parte, también responsables de fluctuaciones cambiarias. Por ejemplo, el yuan en operaciones offshore, cayó a 7.2 por dólar, cuando a principios de año estaba ligeramente arriba de 6.4, a pesar de diversos esfuerzos del Banco de China por respaldar su moneda. La revisión de las proyecciones del PIB de China se desarrolla en un ambiente de temores generalizados de recesión que, a su vez, ocasiona la caída del precio de diversas materias que afecta a los países exportadores.

La victoria de la extrema derecha italiana, partidaria de abandonar la Unión Europea, a la que acusan de imponer decisiones al país, también genera incertidumbre en los mercados cambiarios. Aunque la líder Giorgia Meloni en su discurso moderó el mensaje, la prueba de fuego será la presentación del Presupuesto 2023 en octubre. La amenaza del populismo de derecha se está generalizando en Europa, así como la xenofobia contra la migración.

En conclusión, ante un ambiente externo de conflictos geopolíticos, restricciones de la política monetaria de los bancos centrales y la amenaza de una recesión mundial, es previsible una temporada de volatilidad financiera el próximo mes. Algo muy común en octubre.