24 de Noviembre de 2024

¿Cómo rescatar a las Chivas?

ENRIQUE BEAS

No podemos negar la menuda, aguda, longeva y profunda crisis de resultados e identidad que vive el Guadalajara.

No quiero gastar más tinta con la misma cantaleta, no quiero ser tan repetitivo, pero —con los malos resultados del Rebaño— es inevitable. Pasan técnicos, jugadores, ganan un par de partidos, pero sin dar el estirón, sin ser un equipo temido.

No podemos olvidar que la gestión de Matías Almeyda, que también terminó con muy malos resultados, dejó cinco títulos en las vitrinas.

 Ahí, José Luis Higuera presidía esa gestión y los egos mataron a un equipo que estaba destinado a generar una dinastía.

Ahora bien, la llegada de Ricardo Peláez y el dinero invertido por Amaury Vergara para iniciar una gestión prometedora, muy rápido se echó a perder. Muy rápido se entendió que no fueron Víctor Manuel Vucetich, Tomás Boy (qepd), José Cardozo, Michelito Leaño y ahora Ricardo Cadena... Es la poca identidad que han generado con un proyecto que luzca sólido.

Ahora, la solución —más allá de cambiar de dueño, que sin duda sería algo que alegraría a la numerosa fanaticada de las Chivas— sería que llegara alguien que entienda muy de cerca, y sin ensuciarse con los promotores que hoy gobiernan la Liga MX y sobre todo a Chivas, algo por lo que luchó mucho don Jorge Vergara (qepd).

Peláez ha demostrado no sólo que no ha podido, sino que está cansado. Para muestra, el caso de Sebastián Pérez Bouquet, hoy borrado del primer equipo. Por eso, se requiere darle un nuevo giro, pero con mucha inteligencia, con experiencia para la crisis y que pueda generar un cambio sustancial en la institución.

Hay nombres como los de Álvaro Dávila o el regreso de Néstor de la Torre, quienes podrían retomar el curso de un equipo que está perdido, que no encuentra las formas porque no tiene fondos. Un replanteamiento del plantel y visualizar los verdaderos refuerzos vendría bien.

El rescate de Chivas pasa por ir a la segura, dejar de inventar propuestas y entender que Peláez fracasó, porque no logró —ni de cerca— cumplir alguna de sus promesas. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días en los que muchos nos preguntaremos ¿cómo rescatar a las Chivas?