Tres de cada cuatro
Paola Félix
A las mexicanas y los mexicanos: Los hackeos y filtraciones dados a conocer en los medios de comunicación, llevados a cabo por un presunto grupo denominado Guacamaya Leaks, ha pretendido poner nuevamente en aprietos al Ejecutivo Federal y a las Fuerzas Armadas. Llama la atención la credibilidad a ciegas que diversas editoriales y plumas le otorgan a los supuestos documentos filtrados para atreverse a difundir contenidos sin reflexionar o cuestionar su veracidad.
Apunto lo anterior, porque en contraste, ante los logros gubernamentales contundentes demostrables y medibles, existe un silencio sepulcral o surgen toda serie de dudas, que nunca concluyen en la validación de los hechos. La ambigüedad de la información sobre lo que el gobierno hace o el pueblo quiere salta a la vista.
Existe una tendencia creciente de institucionalizar la mentira y las filtraciones de información. No importan cuál es la verdad, lo que importa es destruir y denostar. En este escenario, es fundamental hacer valer la ética y la verdad, porque la noticia derivada de un delito como es el hackeo y basada en falsedades no sólo no es noticia, sino que atenta contra el derecho a la información de las y los mexicanos, provocando incertidumbre y confrontación, lo que a mi juicio debe ser sancionado.
Y es que todas las encuestas arrojan resultados contundentes: mayoritariamente el pueblo confía en Andrés Manuel López Obrador y confía en las Fuerzas Armadas. Lo hace no porque haya otorgado un cheque en blanco, sino porque los logros son evidentes e inobjetables, y porque la sociedad fue testigo y víctima de los gobiernos anteriores, así de sencillo.
Y aunque no todo está hecho y falta mucho por hacer, el avance es claro: 30 millones de familias reciben sin intermediarios algún apoyo de los programas del bienestar; la economía va por buen camino, basta ver el último reporte del INEGI y la apreciación del peso frente al dólar. Para el próximo año habrá mayor presupuesto público sin aumentar ni crear nuevos impuestos; y los ahorros de gobierno cada vez son mayores, debido a los principios de cero corrupción y austeridad republicana para mantener las finanzas sanas.
Una austeridad republicana, que no es la pobreza franciscana a la que aluden algunos de manera tendenciosa. No lo es porque la política económica apunta al crecimiento económico y al desarrollo, a tener más recursos, más bienestar y mejor calidad de vida.
Sí, a pesar de los terribles pronósticos y malos augurios, crecimos en total 4.7 por ciento. La sorpresa fue en el sector terciario (comercio y servicios) donde la previsión del INEGI era de 3.1 por ciento y resultó de 5.4. Hubo crecimientos exponenciales en sectores como el restaurantero, hotelero, turístico, de telecomunicaciones y comercio mayorista, y un crecimiento importantísimo de 4% en el empleo formal.
En el último reporte mensual en materia de seguridad los delitos del fuero federal se redujeron 27.2 por ciento, en casi todos los delitos las disminuciones fueron significativas, por ejemplo, el homicidio doloso bajó 13.9 por ciento, siendo el septiembre más bajo desde hace cinco años.
A pesar de los buenos resultados del gobierno donde los beneficios serán para quienes integramos la sociedad nacional, hay quienes insisten en que la información derivada del “hackeo” en manos de periodistas es inagotable. Lo cual, a mi juicio, representa una intentona más de chantaje sin fundamento.
La verdad, es que tres de cada cuatro mexicanos apoyan que los militares sigan en la calle y que estén a cargo de la gestión de aduanas, aeropuertos y grandes infraestructuras, durante y más allá de este sexenio. Respalda también la manera en que se ha manejo la filtración masiva de correos del alto mando militar y confían en el presidente.
Entonces, habría que preguntarnos ¿a quiénes y por qué les es tan incómodo el Ejército Mexicano? ¿a quiénes les enviaron la supuesta información del hackeo, por qué los eligieron y cómo comprobarán su veracidad? ¡Ya basta! confunden al pueblo bueno con un pueblo tonto.