Reitero: la violencia contra las mujeres es distinta
ALEJANDRO HOPE
Dos tragedias enlutaron a la Ciudad de México en la última semana. La primera: Ariadna Fernanda López, una mujer de 27 años, desapareció en circunstancias aún no esclarecidas en la colonia Condesa y su cadáver fue hallado días después en Morelos. La segunda: Lidia Gabriela Maldonado, una joven de 23 años, se arrojó de un taxi en movimiento en Iztapalapa, al observar un cambio inesperado de ruta del taxista y percibir que iba a ser víctima de un secuestro. Murió atropellada en el intento de escapatoria.
Estos hechos sirven de recordatorio de un hecho básico: la violencia contra las mujeres es cualitativamente distinta a la violencia contra los hombres, aún si esta es más frecuente. Van algunos datos para entender el fenómeno:
- Consideren en primer lugar los métodos utilizados para matar a las mujeres. Entre los hombres, 69% de los homicidios en 2021 se cometieron con armas de fuego. Entre las mujeres, 58% murieron por arma de fuego, 15% por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, y 12% con objeto cortante.
- En segundo lugar, hay diferencias notorias en el lugar de la agresión. En su gran mayoría, los hombres son asesinados en espacios públicos: en 2021, 11% de las víctimas masculinas de homicidio recibió la lesión fatal en una vivienda particular. Para las mujeres, la proporción comparable fue 24%.
- El hogar no es un lugar seguro para una proporción importante de mujeres y muchas de ellas cohabitan con sus agresores. De hecho, un estudio del Inegi sobre tendencias y patrones de homicidios en México entre 1990 y 2017 detalló que “al analizar los casos en los que se conoce la relación de la víctima con las personas que presumiblemente cometieron el homicidio, se encontró que alrededor de 40% de los homicidios de mujeres fueron cometidos por sus parejas”.
- A esto hay añadir que el feminicidio es sólo la manifestación extrema de una multiplicidad de violencias que enfrentan las mujeres en todos los ámbitos. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh 2021), 1.5 millones de mujeres sufrieron una agresión física en el ámbito familiar en los doce meses previos al levantamiento de la encuesta. Casi 600 mil recibieron patadas o golpes con el puño y más de 130 mil fueron atacadas con navaja, puñal o arma de fuego.
- Considérese igualmente la violencia sexual. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe 2022), se contabilizan al año 10 delitos sexuales cometidos contra mujeres por cada delito sexual cometido contra hombres. En total, en el transcurso de 2021, las mujeres fueron víctimas de 1.7 millones de delitos sexuales, la mayor parte de los cuales no fueron denunciados.
- A todo lo anterior, hay que sumar las muchas otras formas de violencia y exclusión que sufren las mujeres en México. De acuerdo a la Endireh, 70.1% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida.
En conclusión, las trágicas muertes de Ariadna Fernanda y Lidia Gabriela no son más que la manifestación más extrema de una condición de violencia estructural y cotidiana que enfrentan las mujeres (y los hombres no, al menos no en el mismo grado). Reconocer ese hecho y tratar de corregirlo es un paso necesario para enfrentar otras violencias y otras injusticias.
Así de claro.