24 de Noviembre de 2024

Nos robaron la ilusión

ENRIQUE BEAS

No todo está perdido, la esperanza es lo que muere al último.

Arrancará la fiesta mundialista, pero no sabemos qué esperar de México de forma real.

Ahí estamos en un debate eterno entre lo que creemos que pueden hacer 11 futbolistas mexicanos y lo que sabemos hacen o enseñan en la cancha.

No tejamos más telarañas, se vendrá a conocer un mundo árabe complejo, maravilloso, pero con muchas contras, más allá de lo que intuimos como concepto religioso.

Con la deuda moral eterna de todos los trabajadores que perdieron la vida para levantar la extraordinaria ciudad que hoy se muestra al mundo, con la asignatura pendiente y necesaria de cambiar el rol de la mujer en un país que la invisibiliza, aunque los niños empiezan a entender otro mundo, sus redes sociales cada día están más abiertas y lo que han querido extraer del mundo occidental —incluidos los deportes y la lucha ganada de organizar un Mundial—, Qatar presume estar listo.

De esto, seguiré escribiendo más detalladamente, pero toca regresar al terrible desempeño de lo que pinta será la Selección Nacional.

Vendrán más de 80 mil mexicanos a este país, pagando una fortuna y con la peor sensación de que las cosas no funcionan.

De nuevo, un equipo que está confundido entre el trabajo de un DT y el talento y mentalidad de los jugadores.

Una racha sin triunfos importantes y sin confianza, con homenajes y jugadores que dicen que están recuperados.

Hay destellos, hay algunas ideas y —claro está— también hay momentos de buen futbol de algunos, pero no sabemos qué tanto alcanzará para competir entre las mejores selecciones del mundo.

Estamos más cerca de cortar una racha de casi 28 años jugando los octavos de final, que de ir a pelear por el mentado juego de cuartos de final.

La pintura está muy fresca y seguramente vendrán horas muy tensas.

Los mexicanos ya empiezan a pintar las calles de Doha y veremos si ahí, en ese típico motor de la ola verde en Qatar, está la inspiración para recuperar algo que nos han quitado, que nos han robado: La ilusión.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A otra derrota más del equipo del Tata Martin