24 de Noviembre de 2024

La tormenta otra vez sobre Tamaulipas

HÉCTOR DE MAULEÓN

El Consulado de Estados Unidos suspendió ayer sus actividades en Nuevo Laredo.

El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, suspendió también las actividades que tenía programadas en Nuevo Laredo.

El Centro Regional de Educación anunció el cierre de planteles y la reprogramación de actividades.

Las maquiladoras cerraron.

El transporte público se paró.

De nueva cuenta, la violencia sin freno recorría las calles de la ciudad. Había sido una madrugada infernal: tiroteos, bloqueos, persecuciones, camiones incendiados.

El presidente López Obrador atribuyó los hechos a la detención de “una persona”. Desde las 4:30 de la mañana corría la versión de que esa persona era uno de los líderes del Cártel del Noreste, Heriberto Rodríguez Hernández, El Negrolo, detenido en un operativo realizado por efectivos militares.

El Negrolo es considerado sucesor de Juan Gerardo Treviño, alias El Huevo Treviño, heredero a su vez de uno de los capos de la droga más sanguinarios en la historia criminal de México, Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40.

Los Treviño, primero con los Zetas, más tarde con el Cártel del Noreste, han controlado desde hace más de tres sexenios Nuevo Laredo: la capital aduanera de América Latina: un negocio que incluye cuatro puentes internacionales y un puente ferroviario por el que pasan cada año, en promedio, unos 80 mil millones de dólares.

Se trata de una zona estratégica que codician las organizaciones criminales y en la que el gobierno mexicano instalará la agencia nacional de aduanas de México.

Nuevo Laredo es uno de cuatro municipios de Tamaulipas en donde se concentra el 70% de los delitos cometidos en el estado.

La madrugada en la que El Huevo Treviño fue detenido, se desencadenaron por lo menos 30 enfrentamientos entre La Tropa del Infierno, el brazo armado del Cártel de Noreste, y el Ejército mexicano. Ese día el Consulado en Nuevo Laredo, así como cuarteles militares, fueron atacados con granadas y disparos de armas de alto poder. Las avenidas fueron bloqueadas con ponchallantas y camiones incendiados.

Las autoridades detectaron que aquellos ataques habían sido coordinados por Heriberto Rodríguez Hernández: El Negrolo.

Dicho personaje había sido ubicado como jefe de plaza en Camargo, Tamaulipas. Tras la caída y deportación de El Huevo Treviño quedó como uno de los líderes del cártel.

Desde 2019 el Cártel del Noreste y la Tropa del Infierno asediaron Nuevo Laredo, desencadenando noches y madrugadas de miedo.

Fueron ellos quienes prohibieron a los habitantes del municipio mencionar los nombres de los líderes criminales en las redes sociales. Viralizaron mensajes en los que se leía: “Si los vemos jugándole al reportero les partiremos su madre”, “Si les va bien, los quemamos”.

Desde ese año los enfrentamientos con el Ejército se han repetido de manera cíclica.

Los miembros del cártel llegaron al punto de amenazar a los gasolineros para que no les dieran servicio ni al Ejército, ni a la Guardia Nacional, ni a las policías estatales.

Desde 2019 regresó el viejo escenario de siempre. Balaceras, persecuciones, enfrentamientos.

Es el mismo escenario que volvió a verse en Nuevo Laredo: otro amanecer con camiones incendiados y tráileres quemándose bajo los puentes.

La Federación de Cámaras de Comercio del estado calculó que la nueva escalada de violencia en Nuevo Laredo había generado pérdidas por 100 millones de pesos en actividades comerciales y otros servicios. Llamó al gobernador Villarreal a restablecer el orden y la gobernabilidad.

En días anteriores, narcomantas dejadas por el Cártel del Noreste acusaron al nuevo gobierno de haber vendido “plazas” a un grupo criminal. En redes sociales circularon imágenes que acusaban que grupos criminales comenzaban a imponer cuotas a transportistas que circulaban a lo largo de la Frontera Chica.

La tormenta otra vez sobre Tamaulipas.