4 de Mayo de 2024

Por NINA SALGUERO 

Ganar o perder, cada cual interpreta a su manera la palabra, según su concepto y hasta la forma de haber vivido, a veces se gana perdiendo y viceversa; casi todos los candidatos han emitido su opinión respecto a la campaña y todos han coincidido en que desean lo mejor para la entidad veracruzana.

Quizá la polisemia de las palabras “ganar o perder” posee en su interpretación diferente significado para muchas personas, pues muchas consideran que cuando pierden o tropiezan se enfrentan a un desafío en su vida personal o política, lo que les va a proporcionar satisfacciones que poseen una riqueza que no puede ser valorada tan sólo en lo material, sino en la experiencia vivida. Hay quienes ven en las “derrotas” una oportunidad de aprender, pues la vida es un camino único, invaluable, donde se viene a aprender de cada situación y eventos.

Volviendo al tema de la vida política, en estas elecciones que homologan al país para la contienda federal del 2018, y a pesar de las críticas que ha recibido el Primer Mandatario, he de decirles que ningún presidente de la República quiso enfrentar ese desafío y prefirieron dejar las cosas como estaban y no enderezar al país. Poco a poco la llegada del tercer milenio fue contemplada por el entonces presidente López Portillo, del cual Don Pedro Hernández Maldonado, quien fuera presidente municipal de Tuxpan por el año de 1982, interrumpiera su mandato quedando al frente por ministerio de Ley. Martha Silvia Sánchez, Don Pedro se expresaba con admiración y coincido cuando leo y releo aquel Primer Informe de López Portillo que dice, “La sobrepoblación en el campo y la falta de alternativas de empleo presionan sobre la tierra y el sistema distributivo de la riqueza que se concibió con la Reforma Agraria” (Por cierto, la única Reforma que por años escuchamos generaciones enteras). “No todos los aspirantes a tierra, con derechos o expectativas, podrán alcanzarla y a plazo fatal, tenemos que admitir que se va a terminar, ni aun disminuyendo superficies e índices podríamos resolver el problema”.

La imagen de un ex presidente enfermo, con una vida disque privada, no tan privada, habitando en su domicilio particular, llamada “La Colina del Perro”, de personas que al encontrarlo en Roma empezaron a ladrar por aquella su frase, “defenderé el peso como perro”,  dieron pauta para que se le vilipendiara y pasara a la historia sin contemplar sus acciones acertadas.

La aplicación de reformas era necesaria para dar un nuevo rumbo al país, lo contempló López Portillo, pero jamás fueron ejecutadas por ningún mandatario. Las acciones que efectúan quienes llevan las riendas de los pueblos, estén donde estén, no son comprendidas por la población, sino muchos años, quizá décadas, quizá siglos después, y durante este lapso, lejos de intentar entender su actuación, los satanizan, y los que  están vigentes aprenden en la práctica a sobrellevar las críticas, el desapego y hasta las ofensas de los mandantes; por eso, cuando logre la historia ubicar a Peña Nieto, a quien se juzga, se entenderá que asumió el reto de dar vida a las propuestas de sus antecesores aplicando  las diversas  reformas, el cual, a pesar de las críticas en su contra, enfrentó los costos políticos para el partido que lo postuló. Hoy, con la alternancia que el país ha logrado sin la visión de un Golpe de Estado o un estallido social, se llevó a cabo con el ejercicio ciudadano un cambio que intenta modificar un sistema, pues aún falta, pero lo cimbró necesariamente.

El Consejo del OPLE fue citado el día 7, esto con la finalidad de que llegue el material electoral para iniciar el miércoles 8 con el conteo y proporcionar los resultados finales.

Esperemos, pues, que esta jornada electoral haya sido favorable al espíritu democrático de todo el país.

Frase de José Martí 

“Los apasionados somos los primogénitos del mundo”.