4 de Mayo de 2024

-Libertad de expresión 

Por Julio César Vega Olivares

Una de los elementos específicos establecido como una condición “sine qua non” para la existencia de un régimen democrático es la libertad de expresión,  entendida como la libertad de disentir, tanto en su calidad de derecho humano fundamental establecido en la declaración universal de  los derechos humanos de 1948 en su  Artículo 19, como en su calidad de derecho constitucional, ya que la mayoría de las constituciones en el mundo la contemplan; en México este derecho está garantizado en los artículos sexto y séptimo  constitucionales.

Con frecuencia se ha denominado a los medios de comunicación como el cuarto poder, pues éstos permiten la trasmisión de opiniones de manera colectiva; y en verdad que es un poder a veces subyugante, pero que muchas veces es utilizado para inducir opiniones y no sólo para manifestar ideas. Los medios aparecen casi siempre como contraparte del poder, pues por su propia naturaleza deben ser siempre críticos de éste, acotarlo, orientarlo y su único compromiso debe ser con las grandes mayorías de la población, pues su asociación perversa con el poder público o privado provoca graves distorsiones democráticas, cayendo en la extorsión o en la complicidad, pues el cuarto poder es y debe ser sin duda un poder ciudadano.

Aun en los países desarrollados, donde se declara la democracia como sistema, los medios tienen sus propios intereses económicos y políticos, aunque esto se hace más evidente en el subdesarrollo, donde algunos de ellos de su postura política obtienen grandes ganancias, postura que muchas veces no coincide con la de la mayoría de la población, sobre todo cuando los medios se erigen en grandes corporaciones y se convierten en parte del sistema de dominación.

Las campañas de desprestigio y el terrorismo mediático son frecuentes en el subdesarrollo, donde los medios muchas veces no reflejan la opinión pública mayoritaria, sino que la inducen y la exacerban. Se podría decir que en política los medios, si bien no pueden poner candidatos de elección popular, sí los pueden apoyar y, en su caso, obstaculizar y hasta impedir su nominación o su ascensión.

En los países desarrollados existe un marco de libertades más amplio, pero la libertad de expresión no siempre es bien recibida por el poder, aun dentro del marco legal. En el subdesarrollo, los medios muchas veces tienen problemas de sobrevivencia y dependen del apoyo gubernamental para subsistir, y se ha optado por controlar los medios de comunicación, vía concesiones o publicidad, y cuando no se puede, simplifican ya por el despido obligado del periodista crítico, y si no se puede, entonces se utiliza  una vía que resulta aberrante, el asesinato del periodista crítico y simplemente culpar al narcotráfico, esto ha alcanzado niveles tan elevados en México que se ha declarado  este oficio como de  alto riesgo.

La libertad de expresión puede ejercerse por cualquier medio escrito o electrónico. En México, en 1951 se estableció el día 7 de junio como Día de la Libertad de Expresión, aunque en 1993, la ONU proclamó también el Día Mundial de la Libertad de Expresión, a celebrarse el 3 de mayo.  

Podríamos concluir que la lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos aun desde nuestra trinchera más humilde, ya que la lucha por la libertad de expresar nuestro sentir como individuo, miembro de un colectivo, es indispensable para la existencia de una sociedad democrática; los regímenes autoritarios se caracterizan precisamente por mantener una prensa controlada y privada de su libertad de expresar ideas y opiniones; que disientan del poder.