17 de Mayo de 2024

-Divide y Vencerás

Por Julio César Vega Olivares

Para entender a la Unión Europea recordemos que después de Bretton Woods, en julio de 1944, el dólar se convierte en la primera moneda global, Europa accede y firma el convenio, obligada por la Segunda Guerra Mundial.

La Primera Guerra tuvo una justificación política, el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914 y cuando menos dos tipos de consecuencias para la parte perdedora, políticas y económicas; el desmembramiento del imperio alemán; el Austro Húngaro y el otomano, y económicas, la repartición y apropiación del petróleo del medio oriente, sobre todo por Inglaterra y Francia, y la enorme deuda de Alemania como resultado del Tratado de Versalles.

La Segunda Guerra Mundial pareció más bien programada y tuvo una justificación para Alemania, la recuperación del imperio alemán, el tercer Reich y la unificación de Europa. Hitler se sintió el Bolívar europeo, aunque equivocó el método.

Las consecuencias de la Segunda Guerra fueron las políticas, la división de Europa y el desmembramiento de los imperios, promovida por Estados Unidos con una vieja arma, la democracia, especialmente el Imperio Ingles, que era enorme, y el Francés y demás posesiones ultramar de otros países de Europa, claro, para apropiárselos o compartirlos; otra consecuencia fue la recién estrenada diplomacia nuclear y una nueva geografía europea.

Las económicas fueron el dominio monetario mundial del dólar y sus instrumentos, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con lo que se genera una nueva correlación económica y una nueva geopolítica petrolera, ahora comandadas por Estados Unidos como nuevo centro económico mundial.

En los años 70, el modelo sustentado comienza a dar señales de agotamiento, esto en un entorno bipolar, de guerra fría, donde la irresponsable sobre emisión de dólares por la reserva federal de los Estados Unidos, finalmente a principios de los años 70, genera una crisis económica mundial cuando Richard Nixon, Presidente norteamericano, informa que el dólar ya no sería intercambiable por oro y además lo devalúa respecto del oro y pone a flotar a todas las monedas mundiales.

Europa, desde los años 70, observa con recelo y ve peligrosa la supremacía del dólar, la ligereza de la reserva federal y el dominio comercial norteamericano, y ya se habían estado realizando ensayos previos de unificación económica y política para formar un bloque europeo que compitiera con el tamaño de la economía norteamericana; y finalmente, en 1993, entra en vigor el tratado que unifica a Europa, creándose la Unión Europea, los Estados Unidos de Europa.

Como consecuencia, aparece una nueva moneda, el Euro, que compite con el dólar, que es algo que les causa mucho escozor a los norteamericanos.

Estados Unidos, por su parte, había estado esperando que se dieran las condiciones de desarticulación de esta Unión Europea, y su aliado, el Primer Ministro de Inglaterra, David Cameron, se compromete a ello en su campaña,  quien para legitimar esta decisión realiza un referéndum, el Brexit, cuyo resultado fue el que gran Bretaña salga de la Unión Europea; y ahora con gran descaro, David Cameron enseña el cobre, pues según él, estaba en contra de la salida del Reino Unido de la Unión  Europea, y ahora pide al Parlamento de su país que no intente bloquear el Brexit cuando ve las consecuencias, asunto de lo que algunos economistas destacados afirman que sencillamente fue un suicidio económico.

Parece que también al Reino Unido lo afecta en un efecto Boomerang, pues  Escocia e Irlanda del Norte están protestando que en su país ganó el no salir de la unión europea, y si Escocia e Irlanda del Norte son países libres, democráticos y autónomos en sus decisiones internas, están pensando realizar un referéndum independentista del Reino Unido y decidir su política interna, y amenazan también con sabotear el Brexit. Por su parte, la ultraderecha francesa ya anda pensando en su referéndum para Francia; aunque el Presidente francés lo niega, la ultraderecha oportunista afila sus colmillos. La líder del Frente Nacional, la ultraderechista Marine Le Pen, ha sido la más rápida pidiendo ya un referéndum para Francia, y dijo, “como pido desde hace años, hace falta ahora el mismo referéndum en Francia”. La sobrina de Le Pen amenaza, "del Brexit al Frexit: Los franceses deben tener el derecho a elegir". También se han manifestado en ese sentido Holanda y Polonia, así como el resto de países de la Unión Europea"; parecen en la misma línea.

Y lo que se esperaba que resultara en una problemática económica, está resultando además un problema político; primero, la renuncia de David Cameron como Primer Ministro de Inglaterra, y luego, el efecto espejo que amenaza con dividir a la Unión Europea, parece que el “divide y vencerás” está cada vez más vigente en el ámbito económico y que la mano invisible que mueve la globalización está agitando el separatismo como la forma más sencilla de disciplinar a estos países de Europa.

Los que no celebran son los 400 empresarios más ricos del mundo, quienes pierden 127 mil millones de dólares por el Brexit. Carlos Slim perdió dos mil 700 millones; Amancio Ortega venezolano perdió seis mil millones; Bill Gates, dos mil 400 millones; el duque de Westminster, mil millones, entre otros, y la bolsa de Londres en dos días perdió 130 mil millones de dólares. 

Existe la posibilidad fundada del desmoronamiento gradual pero total de la Unión Europea y sus consecuencias monetarias, financieras y comerciales. Parece que a los europeos ya se les olvidó que para defenderse de la corrosión del dólar, tener autonomía monetaria y poder negociar con la primera economía del mundo fue precisamente para lo que se constituyó la Unión Europea; posiblemente deba ajustarse y actualizarse, pero debilitarla o desaparecerla parece en este momento una mala jugada, cuando menos para Europa.