-“Receta para una dieta”
Por Nancy Jácome
No desees lo que no puedes controlar, esa fue la lección que me dejó el cuento de Pedro Paunero, si es que debiera dejar alguna lección. La verdad es que este tuxpeño me trae loca con sus historias, porque siempre pienso que van para un lado y terminan llevándome a otro que nada que ver.
Por lo que ya entendí que con Paunero no me puedo adelantar a suponer, simplemente debo leerlo e impactarme con el final, ya no trato de descifrarlo, es un poco difícil. Pero este cuento de “Receta para una dieta” me dio mucho miedo y mucha risa, porque ni muertas dejamos de “enchinchar” a la gente.
Y guapas nos convertimos en un dolor de cabeza peor. La historia es de un profesor López, al parecer muy hastiado de su relación sentimental, con una mujer muy gorda, muy comelona y muy olorosa a perfume. No sé por qué razón, López siente que es mejor matarla en lugar de charlar y arreglar las cosas, de intentar terapia de pareja, de separarse, de divorciase o de cambiar de planeta.
No sé, en ningún momento te explica por qué fue esa la opción más fácil, por lo tanto, el tipo estaba muy hastiado de su relación, y así tipo película “yo antes de ti”, se lleva a la mujer a un lugar donde practican la eutanasia, según iban a comer un pescado, pero bueno, terminan en este lugar donde se practica la muerte asistida.
Habiendo tantos lugares, va a uno adonde la muerte es asistida, ¿qué no pensó en la Policía?, y para variarla, hace un batidero de sangre y se molesta porque tiene que limpiar, ¡y se asusta cuando su novia le dice que tiene hambre!, ósea, está bien que está muerta, pero si a una mujer le prometieron algo, le tienen que cumplir, y pues ahí anda el pobre hombre buscando los ingredientes para la receta perfecta.
Cansado y hastiado, se va a dormir después de haber alimentado a su novia muerta y no quiere ni levantarse cuando ésta llega a la cabaña, sedienta de deseo, bueno, después de ver cómo de escultural la dejó la dieta, pues se anima.
Una vez terminado el bello romance de un fin de semana, vuelven al lugar de trabajo, donde, pues, entiendan, la gorda es flaca y guapa, conquista a todos los que se topa y viene la infidelidad. Ya no les cuento más porque la verdad es que el cuento es buenísimo. Aquí lo pueden leer http://axxon.com.ar/rev/2016/04/receta-para-una-dieta-pedro-paunero/
Nos vemos en la próxima columna.
