Por Liz Martínez
Paredes de casas y escuelas rayadas, a consecuencia de vándalos que operan en la oscuridad de la noche, hacen que el municipio luzca sitios excesivamente sucios y poco agradables a la vista, mismos que a pesar de reparar vuelven a ser objeto de vandalismo, aseguró la madre de familia Reyna Concepción Santiago, quien indicó que esto es un mal ejemplo para los menores de edad.
Las señoras opinan que “lo único que ocasionan los vándalos es afear la ciudad”, por lo que piden a las autoridades que detecten a los “grafiteros” que se han dado a la tarea de provocar daños por todo el municipio, pintorrajeando desde escuelas, iglesias, parques y los pasos de la lancha”.
Poco se puede hacer en realidad para controlar a los adolescentes que acostumbran a pintar bardas de escuelas y casas en la ciudad, observan las mamás. En las últimas semanas las escuelas públicas se convirtieron en blanco de los ataques de los que hacen estos rayones.
Los padres de familia opinan que la mejor sanción que pudieran darles es que los jóvenes que sean sorprendidos se ocupen de la reparación del daño, o sea, el que limpien y pinten nuevamente lo que ensuciaron muchas veces.
También indican que la medida del vecino vigilante que se hizo en administraciones anteriores es un gran apoyo que podría ser retomado, por lo que entre la ciudadanía bien se podría comenzar a trabajar.
A la vez solicitan que la vigilancia aumente y piden que los rondines sean más constantes, especialmente en las primarias y demás planteles educativos, sin descuidar las colonias del municipio.
