-Ante el pronóstico de fuertes lluvias, se estima que mínimo del 20 por ciento de luminarias dejarán de funcionar
Por Ángel Estévez
La temporada de lluvias y huracanes no sólo afecta o perjudica a los habitantes, sino también el patrimonio que les tocó construir y la infraestructura de la ciudad, así, por ejemplo, se calcula que el 20 por ciento de las lámparas instaladas oportunamente dejarán de funcionar por las afectaciones de las intensas aguas que se pronostican para el municipio porteño, indició el titular del departamento de Alumbrado Público, Juan Manuel Salas Ferrer.
Precisó que la anterior Administración dejó un desastre en cuanto a iluminación de la ciudad se refiere, por lo que se tuvieron que cambiar luminarias y que muchas veces no es tanto el problema de la lluvia o el agua que cae, sino el viento.
Señalaron que las deficiencias heredadas en ese rubro son tales que, por ejemplo, en la actualidad hay solicitudes de igual número de lámparas, balastras y fotoceldas, la cual se tendrá que afrontar y resolver en los próximos meses para satisfacer el derecho de petición de los ciudadanos, quienes acuden desde la zona urbana y rural.
Los fenómenos meteorológicos impactan en los aspectos materiales y humanos, y uno de ellos son los equipos de iluminación de calles en las colonias y accesos en la zona rural.
