La familia y los amigos juegan un papel muy importante para evitar el alcoholismo o ayudar a las personas que lo padecen.
Agencias.-
Como en la mayoría de los problemas de conducta, el trastorno por consumo de alcohol no es sencillo de detectar. De hecho, sus síntomas se suelen confundir a menudo e incluso se llegan a aceptar como una especie de defecto de carácter.
“Cada persona es diferente y las señales de advertencia también son diferentes para cada persona. Sin embargo, vale la pena mencionar algunos porque a menudo se malinterpretan. Por ejemplo, la menor respuesta de una persona a los efectos intoxicantes del alcohol no es una protección contra los problemas del alcohol, sino que es un motivo de precaución.
“La Organización Mundial de la Salud desarrolló un instrumento de detección llamado AUDIT, que incluye 10 preguntas simples. Está ampliamente disponible y es de uso gratuito. Además, el Instituto Nacional sobre el Alcohol y el Abuso de Alcohol tiene información para médicos, investigadores y personas interesadas que no tienen una formación especial”, detalla el especialista Víctor Karpyak, psiquiatra y especialista en adicciones de la Clínica Mayo en entrevista exclusiva para El Heraldo de México.
Conocer y, en su momento, hablar sobre algunas de las conductas típicas que reflejan un verdadero problema con la forma de beber en amigos y familiares, les permitirá obtener la ayuda necesaria y mejoran sus vidas.
Aprender a decir lo que está mal
A menudo, los síntomas de un comportamiento adictivo están allí, no se ocultan. Sin embargo, también de forma constante, el acercamiento para hablar de estos tópicos es tan complejo que se deja pasar.
“Una de las características más comunes es la violencia que se asimila, sobre todo la violencia doméstica, la violencia intrafamiliar, que se asocia al consumo de alcohol. Eso está presente en muchas de las historias de las compañeras, de los compañeros: o el hombre ejercía la violencia, o la mujer era víctima de la violencia, o ambos ejercían la violencia.
“Muchas de las relaciones que se dan, a veces, para que un hombre sea alcohólico y una mujer sea alcohólica, es que ambos tenían una historia de consumo. Entonces, hay pérdida de empleo, hay pérdida de productividad. Tenemos historias desgarradoras de compañeras que pierden la patria potestad de sus hijos”, detalla Juan Arturo Sabines, presidente de la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos en entrevista para El Heraldo de México.
Para muestra, un botón: de acuerdo con el experto, hay datos de la Secretaría de las Mujeres que señalan que las llamadas por violencia intrafamiliar se disparan luego de juegos de futbol importantes donde, al calor de las copas, algunos hombres agreden a sus parejas e hijos.
Buscando una solución
Los expertos coinciden en que la implicación de los amigos y familiares en el tratamiento de una persona que padece trastorno por consumo de alcohol es fundamental para que la adicción se supere, pero hay que tener algunos compromisos propios.
“El alcoholismo es un problema familiar. Si tú te acercas a un Centro de Integración Juvenil, ahí te van a ayudar a diseñar una estrategia de abordaje familiar para que la persona acepte en un momento dado su problema y vaya a tratamiento.
“Lo que no puedes hacer o lo que no debes hacer es proteger. Hay personas, hay esposas, hay familiares, que lejos de permitir que el alcohólico se dé cuenta de su problema de alcohol, lo que hace es cubrirlo. A la persona que sufre del problema del alcohol hay que dejarlo que caiga, dejarlo que le duela, dejar que sienta el problema”, aconseja el doctor José Ángel Prado, coordinador de Información Pública de Alcohólicos Anónimos.
Actualmente existen numerosas instituciones que pueden ayudar no solo a la persona que sufre la adicción, sino a los familiares que han sufrido sus estragos, a superar este tipo de problemas.